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Celdas reales o realeras en un panal

Un panal con varias celdas reales de enjambrazón. Foto: Arthur Sproat, en Flickr.

En primavera, cuando el campo ofrece más alimento, es habitual encontrar en las colmenas celdas reales o realeras de desarrollo natural. Las abejas las preparan por si tienen que enjambrar y, en apicultura, se pueden utilizar para muchas cosas. En este articulo se explica cuáles son los diferentes tipos de celdas reales, cuáles son las mejores realeras y cómo se puede sacar partido de ellas en el manejo.

Lo habitual es que una colmena fuerte, llegado un determinado momento de la temporada, desarrolle celdas reales. Las abejas, siguiendo su instinto, sienten la necesidad de enjambrar y empiezan a construir esas realeras de las que nacerá al menos una reina que se hará cargo de la colmena mientras la madre vieja y una parte de la colonia forman un enjambre.

Si el apicultor no hace nada, ese es el proceso natural de la enjambrazón y del relevo en el gobierno de la colmena, uno de los comportamientos de las abejas más sorprendentes y espectaculares.

Sin embargo, lo normal es que el apicultor impida la enjambrazón por diversos métodos. El más sencillo, ampliar el espacio disponible para que la colonia se expanda y se le pase “la fiebre del enjambre”. También puede regular ese vigor haciendo cualquier tipo de núcleo para multiplicar las colmenas aprovechando ese exceso de fuerza.

En cualquier caso, haga lo que haga, debe tomar una decisión: ¿Qué hacer con las realeras que tiene preparadas la colmena?

ÍNDICE DEL ARTÍCULO
1 – Qué son y cómo aparecen las realeras
2 – Tipos de celdas reales
3 – Sistemas de producción de realeras: celdas reales naturales y provocadas
4 – Cómo cosechar las realeras
5 – Cómo utilizar las celdas reales
6 – Bibliografia empleada

Las celdas reales se pueden utilizar para muchos fines. Sin embargo, no es raro que su destino sea ser destruidas: para evitar la enjambrazón, el apicultor simplemente elimina esas realeras.

Sin embargo, antes de tomar la decisión de romperlas o utilizarlas, es importante identificar correctamente el tipo de celda real con el que se encuentra el apicultor en cada caso. Hay varios tipos de realeras y es necesario saber para qué es cada una de ellas.

1 – Qué son y cómo aparecen las realeras

Las abejas obreras desarrollan celdas reales ampliando una celda normal en la que hay un huevo de menos de tres días o una larva muy joven, de no más de un día en ese estado. En estado natural, las nodrizas son las que deciden cuáles son los huevos y larvas idóneos.

Después, sobrealimentan con jalea real esas larvas hasta que tienen 9 días de vida (las obreras, por ejemplo, solo reciben ese alimento en los tres primeros días del estado larvario). Con esa dieta riquísima en aminoácidos y minerales, las larvas elegidas crecen rápidamente y las nodrizas van ampliando a su alrededor las celdas reales, que van cobrando su reconocible aspecto de bellota. Algunas llegan a tener incluso cinco centímetros de longitud.

Celdas reales cortadas por la mitad: se ven larvas y jalea real.

Celdas reales llenas de jalea real.

Entre el día 9 y el día 10, la realera es operculada. Durante los siguientes cinco o seis días, la reina pasa de larva a pupa. Y el día 16, si las obreras lo permiten, la reina virgen eclosiona y sale de su celda real. Es importante recordar que, a veces, las obreras obligan a las jóvenes princesas a quedarse en su realera, a la espera quizá de que otra reina ya nacida se fecunde. Este comportamiento de las abejas es muy habitual cuando se producen jabardos en las colmenas

Sin embargo, lo habitual es que, a los 16 días, una nueva reina emerja de la celda real y empiece su ciclo (algunas razas tardan un día más, o un día menos). Si la colmena no tiene reina (porque la vieja haya enjambrado o la colonia sea huérfana por cualquier motivo), tomará posesión del enjambre y tratará de eliminar a cuantas reinas vírgenes todavía estén dentro de las realeras (si las nodrizas se lo permiten). O luchará con las que ya hayan nacido. Pasados unos días, se fecundará en varios vuelos al exterior y, después, empezará a poner huevos toda su vida.

Como se ha dicho antes, la presencia de realeras es muy frecuente en primavera, cuando el campo ofrece mucho alimento y la colonia crece rápidamente, llenando la colmena. Entonces, preparándose para enjambrar, las abejas producen nuevas reinas. Este comportamiento no es homogéneo y hay estirpes y razas de abejas que tienen mayor tendencia a la enjambrazón. Es un carácter genético que se puede modular a través de la selección de reinas y cepas de abejas menos propensas a producir enjambres.

Además, puede haber realeras en otros momentos de la temporada, lo que a menudo desconcierta al apicultor, que no siempre sabe por qué sus abejas estiran celdas reales. Para tenerlo más claro, es necesario conocer los tipos realeras.

2 – Tipos de celdas reales

Al abrir la colmena y observar la cámara de cría, podemos encontrar varios tipos de celdas. Algunas son naturales y otras, provocadas por las técnicas de apicultura. Son estas:

Realeras de enjambrazón

Las celdas reales que se levantan para enjambrar son las más reconocibles. Son grandes y suelen ocupar lugares muy destacados, como los extremos de los cuadros. Además, las abejas suelen producir una buena cantidad de ellas, a menudo más de una decena.

Las realeras de enjambrazón son de muy buena calidad: las obreras seleccionan minuciosamente las larvas y generan reinas a partir de aquellas que consideran las mejores. Por eso, son realeras óptimas.

A cambio, utilizar estas realeras tiene un inconveniente: las reinas que nazcan de ellas estarán naturalmente inclinadas a enjambrar, puesto que proceden de colmenas que se disponen a hacerlo.

celdas reales ya selladas, listas para que nazcan las reinas y cambiar la reina de las colmenas

Celdas reales listas para nacer. Foto: Isaac S. Ego, en Flickr.

Realeras de emergencia

Las llamadas realeras de sustitución, o de emergencia, son las que las obreras desarrollan cuando por cualquier motivo se quedan huérfanas. Si la reina muere accidentalmente, si el apicultor la retira o si pierde su capacidad de poner huevos o es defectuosa, se dispara rápidamente el sentimiento de orfandad y empieza una carrera por generar nuevas reinas.

El problema es disponer de huevos o larvas de corta edad. Si la colonia tiene puesta fresca, desarrollará reinas. Si no tiene, y el apicultor no aporta, simplemente irá apagándose hasta morir, pasando a veces por el estado de colmena zanganera.

panal de abejas con realeras y cría operculada para elaborar el método del núcleo cerrado

Panal con realeras.

Cuando las abejas desarrollan celdas reales de sustitución, lo hacen partiendo de la cría disponible. Y eso quiere decir que no siempre es de la mejor calidad. A veces, no les queda más remedio que utilizar larvas con demasiadas horas de vida, lo que da lugar a reinas peores.

Esto es importante tenerlo en cuenta cuando se utiliza el método del núcleo ciego, o cuando se eliminan reinas viejas  y se deja que las colmenas generen las nuevas: no siempre se lograrán reinas de óptima calidad.

Las realeras de sustitución son fáciles de reconocer: generalmente hay muy pocas en la colmena y suelen estar en las partes centrales de los panales.

Realeras provocadas

Además, en una colmena puede haber realeras producidas o inducidas por el apicultor. Son las que se desarrollan a partir de las técnicas de cría de reinas. Unas técnicas dan lugar a realeras más naturales (métodos Alley y Miller) y otras, en cambio, dan lugar a celdas más “artificiales”, como sucede con los métodos Doolittle o Cloake (traslarve) o Jenter (Cupularve).  

3 – Sistemas de producción de realeras: celdas reales naturales y provocadas

Si se quiere contar con una cierta cantidad de celdas reales, se puede trabajar siguiendo varias técnicas. Las principales son estas:

  • Inducir la enjambrazón. La manera más simple es dejar que las obreras produzcan las realeras porque quieren enjambrar. Basta con dejar que la cámara de cría se sature y el proceso se desatará y pronto habrá un buen número de realeras distribuidas por la colmena. Por supuesto, es un sistema arriesgado: si no se manejan bien los tiempos, se puede producir el enjambre, que no es un efecto deseado.
  • Orfanizar. Se hace dejando huérfana una colonia que, de forma natural, generará realeras de salvamento o emergencia. Se elige una colmena de buenas características y se estimula durante un mes, de forma que la colonia esté muy fuerte y haya cría fresca y bien alimentada. Después, se busca la reina y se retira (si es vieja, se puede eliminar, pero también puede servir para un núcleo). A partir de ese momento, las obreras estirarán realeras de emergencia, que se podrán cosechar pasados al menos 12 días.
    Este sistema tiene inconvenientes que ya se han explicado antes: las celdas de emergencia no siempre son las de más calidad. Para resolver este problema, muchos apicultores optan por eliminar todas las realeras de emergencia pasados cinco días de la orfanización. Así, se aseguran de que no hay ninguna larva joven disponible e introducen las que les interesan: un panal con larvas y huevos de muy corta edad y procedente de una colmena de gran calidad. Así, la colonia huérfana tendrá que trabajar con ese material y desarrollará reinas mejores.
    Esta forma de trabajar es habitual en el desarrollo de núcleos: se orfanizan y, después, se introduce una reina virgen o fecundada, o una realera, o se deja que las abejas generan las suyas (método ciego).

 

Esquema de como hacer celdas reales con un cuadro-techo.

Esquema del modelo cuadro-techo. Figura: Pierre Jean-Prost.

 

  • Orfanizar y cuadro-techo. Otra variante de la orfanización propone un manejo diferente. Se deja huérfana la colonia y, pasados unos días, se elimina cualquier celda de emergencia. Después, se toma de otra colmena un panal de cría muy fresca y de gran calidad y, con un lápiz, se ensanchan varias (muchas) celdas. Después, este cuadro se coloca sobre el techo de la colmena, dejando un hueco, y en posición horizontal, de forma que las obreras puedan estirar verticalmente las celdas reales que quieran.
  • Sin orfanizar. Una variante de este sistema se puede llevar a cabo sin orfanizar la colmena. Para ello, se toman dos panales con larvas jóvenes y huevos y barren las abejas. Después, se colocan en un alza, junto a un alimentador de jarabe líquido y se separan de la cámara de cría con un excluidor y, si es posible, un alza más con miel. Rápidamente, las nodrizas subirán al alza para atender esa cría. Pero, alejadas de la cámara y de la reina, con menos feromonas a su alrededor, sentirán que la colmena se queda sin madre y desarrollarán rápidamente realeras. De este sistema de trabajo sin orfanizar existen muchas variantes.
  • Métodos Alley y Miller. Ambos métodos se utilizan en la cría de reinas sin traslarve. El método Alley consiste en tomar un panal de cría muy joven y cortarlo en láminas que, después, se atan cuidadosamente a un marco. El marco se introduce en una colmena que lleva una semana huérfana y sin realeras. Rápidamente, las obreras desarrollarán celdas. [Ver aquí el método Alley con detalle]
    Por su parte, el método Miller propone introducir un panal vacío en una colmena, para que la reina ponga huevos en él. Siete días después, se extrae el bastidor y se recorta la parte inferior del cuadro, produciendo una forma de tres o cuatro picos. En esos picos, con un bolígrafo, se aplastan algunas celdas y se amplían otras, invitando a las obreras a continuar esa ampliación. El resultado es que los bordes de los picos de panal se llenan de celas reales. [Ver aquí el método Miller con detalle].

Apicultor con un marco técnico de criar reinas con traslarve. Apicultura y miel.-

Un cuadro técnico con tres listones de celdas reales en plena desarrollo.

 

  • Métodos de instrumentales y de traslarve. Otras formas de provocar la aparición de realeras son los sistemas instrumentales, que pueden implicar el traslarve. Son métodos utilizados de forma más industrializada, porque producen muchas realeras. Además, se emplean también en la producción de jalea real.
    Los métodos más conocidos son el Doolittle y el Cloake, ambos basados en el traslarve, y el Jenter, que utiliza la jaula llamada Cupularve. Son los sistemas utilizados por los criadores de reinas y por apicultores que quieren contar con una cantidad importante de madres para hacer núcleos, paquetes o reemplazar reinas viejas o inservibles.

4 – Cómo cosechar las realeras

En los métodos de cría instrumental, las realeras se desarrollan sobre bastidores especiales, con lo que su cosecha y recogida es muy simple: basta con soltar las cúpulas de sus soportes.

En cambio, con los métodos más naturales, la recogida se complica, porque las abejas construyen las celdas sobre el propio panal y no siempre se pueden recuperar con facilidad.

Para cosechar celdas reales, es necesario contar con un utensilio que corte muy bien. Un cuchillo muy afilado o un cúter resultan idóneos. Después, es necesario saber en qué momento hacer la recogida. En general, se puede cosechar una realera a partir del décimo día, cuando ya está sellada. Sin embargo, en ese momento, la reina todavía no está formada del todo y es más sensible a los cambios de temperatura y humedad. También a los golpes. Por eso, conviene esperar para hacer la cosecha de realeras cuando ya tienen, al menos 13 días. En todo caso, si se cosechan las celdas de una colmena huérfana, es muy importante dejar una o dos, para que la colonia tenga después su reina. 

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Para cosecharlas, se cortarán cuidadosamente, de tal forma que siempre lleven consigo un pedacito de panal que servirá como soporte y protegerá parcialmente a la realera.

Las que están en zonas cómodas del panal (centro y laterales) se recortan y se extraen relativamente fácil. En cambio, las que están pegadas a los listones de madera inferiores o a los alambres del panal suelen dar problemas y es frecuente que se rompan al cosecharlas.

A medida que se van cortando y extrayendo de los panales, se deben guardar en algún recipiente acolchado y bien aislado, que conserve el calor y la oscuridad. Si se enfrían, o si pasan mucho tiempo al sol, pueden estropearse.

También se pueden introducir, con mucho cuidado para no romperlas, en jaulas protectoras de celdas reales. Una vez protegidas, se pueden introducir en una colmena terminadora, donde nacerán sin sufrir daño. O, si es necesario, se pueden insertar directamente en un núcleo o en una colmena huérfana.

Si no se van a introducir en ninguna colmena, se meterán en esa caja de transporte y se llevarán a una incubadora donde nacerán.

Cosechar reinas naciendo en las realeras

No es raro que, al abrir una colmena, se encuentren reinas en pleno nacimiento. Las princesas vírgenes están ya maduras y roen el opérculo de su celda para salir. Puede ser por casualidad, o porque el apicultor sepa en qué momento van a nacer y acuda para atraparlas en ese instante. Ante esa situación, la cosecha ya no será de realeras, sino de reinas recién nacidas.

Manejo de las celdas reales: incubadoras de realeras

Muchos apicultores utilizan incubadoras de realeras para “terminar” su evolución de forma controlada. Son equipos especiales en los que las realeras se conservan a temperatura y humedad idóneas.

Estas incubadoras son habituales en los manejos que hacen los criadores de reinas, que pueden tener en ellas cientos de realeras. También las hay de tamaño más modesto, para manejar unas cuantas decenas de reinas.

Tras nacer en la incubadora, se puede proceder a su marcado y, después, se decide qué uso se le va a dar a cada reina. Como se ha dicho, se pueden vender, se pueden introducir vírgenes en núcleos o colmenas, o se pueden llevar a núcleos de fecundación para que, una vez fecundadas, se vendan o se introduzcan en paquetes, núcleos o colonias huérfanas.

5 – Cómo utilizar las celdas reales

Si no se quiere esperar a que nazcan las reinas, hay muchas formas de utilizar las celdas reales que se han producido y cosechado. Algunas son estas:

  • Injerto en núcleos o colmenas. El empleo más habitual es el de dotar de una futura reina a un núcleo o a una colmena que esté huérfana por cualquier motivo. Para ello, es puede injertar la realera: se toma un panal de cría operculada y se hace un hueco suficientemente grande para insertar la realera, de forma que no sobresalga demasiado. Rápidamente, las nodrizas la atenderán.
    Si se opta por introducir la realera en una jaula de protección, esta puede ser colgada entre dos bastidores de cría operculada.
  • Venta de realeras. Las realeras de calidad son muy demandas por los apicultores para sus núcleos. Tienen dos grandes ventajas: son más baratas que las reinas ya nacidas y no dan problemas de aceptación en la introducción.
  • Refuerzo de colmenas débiles. Además de utilizarse para dar una reina a un núcleo o una colmena a la que se quiera cambiar la reina, también se pueden emplear las realeras con colonias débiles (sustitución de una reina ya envejecida) y colmenas zanganeras (previo sacudido de todas las abejas en el exterior). Sin embargo, con las zanganeras y es mejor trabajar con reinas ya nacidas, preferentemente fecundadas.

Como ves, las celdas reales tienen muchas posibilidades. ¿Qué otros usos les das tú? Déjanos tu experiencia en los comentarios.

6 – Bibliografía empleada

Biri, Melchiorre & Prats, Carmen (1988) El gran libro de las abejas. Barcelona: Editorial de Vecchi.

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Lasanta, Eugenio. Apicultura práctica tradicional y moderna: La esencia en el hexágono. Madrid: Liber Factory.

Philippe, Jean-Marie (2008) Guía del apicultor. Utilizable en todas las regiones apícolas del mundo. Barcelona, Omega.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2007) Gestión zootécnica del vigor de las colonias de abejas. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Libros para saber más sobre apicultura

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