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abeja enjaulada sobre un panal y lista para cambiar la reina de las colmenas

Una abeja enjaulada sobre un panal de cría. Foto: Quisnovus, en Flickr.

Tener reinas de buena calidad y gran potencia criadora es una de las claves más importantes para practicar una apicultura productiva y rentable. Eso hace que los apicultores profesionales reemplacen sus reinas periódicamente, asegurándose de tener siempre madres jóvenes y de alta capacidad reproductiva. En este artículo explicamos la importancia de cambiar las reinas de las colmenas de una forma sistemática y estratégica.

Las abejas reinas pueden vivir hasta cinco años. Sin embargo, es muy raro que alcancen esa edad, por que se desgastan mucho antes y las propias abejas las cambian a medida que su capacidad de poner huevos decae. Aun así, esperar al relevo natural no siempre es buena idea, porque la decadencia de una reina puede ser larga y arrastrar con ella a la colonia.

Por eso, muchos apicultores prefieren cambiar la reina de las colmenas cuando han superado su mejor momento. La idea es tener siempre colmenas con reinas jóvenes y con posturas muy fuertes.

En este artículo analizamos esa estrategia de manejo de los apiarios que consiste en reemplazar las reinas de una forma sistemática y periódica, buscando tener siempre colmenas con madres muy fuertes y de gran calidad de postura. Sigue leyendo par comprender esta forma de trabajar que cada vez es más utilizada en la apicultura.

1 -Por qué es necesario cambiar la reina de las colmenas

Cuando las colmenas están en producción, en plena temporada, las reinas son capaces de poner más de 2000 huevos diarios. Si las campañas son largas y los apicultores exigen mucho de las colonias (por ejemplo, produciendo núcleos), las reinas sufren un desgaste manifiesto.

Este desgaste hace que las reinas pierdan cualidades: ponen menos, ponen peor y, además, dejan de ser eficaces a la hora de organizar eficientemente la colmena. En definitiva, son peores reinas y eso hace que sus colmenas sean también peores: producen menos miel, arrancan más tarde en primavera, tienden a enjambrar o se vuelven más vulnerables ante enfermedades o pillajes.

una abeja reina sobre un panal lista ya para cambiar la reina de las colmenas

Las reinas marcadas son más fáciles de localizar para ser cambiadas. Foto: Richardoyork, en Flickr.

En otras ocasiones, las reinas simplemente son defectuosas: no son capaces de organizar la puesta o hacen que sus colmenas estén desordenadas o se vuelvan agresivas.

Por eso, entre los apicultores se tiene cada vez más la conciencia de que es preciso mantener un contingente de reinas jóvenes en las colmenas, de tal forma que siempre estén en sus mejores momentos de producción y dirección de las colonias.

Así, los planes de manejo de los colmenares incluyen ya de forma regular la sustitución de las reinas una vez que han superado su apogeo. Se evitará de esa forma la decadencia de la colonia que, aunque al principio sea imperceptible, con el paso de los meses se acelerará, poniendo en peligro la supervivencia del enjambre.

En una situación así, cabe esperar a que las abejas, de forma natural, decidan cambiar la reina de las colmenas. Sin embargo, este enfoque es un tanto azaroso, porque unas lo harán antes, otras después, y algunas, nunca. En medio de ese proceso, habrá casos de enjambre, fecundaciones fallidas, reinas defectuosas y, en definitiva, un colmenar desordenado y desigual, con colmenas fuertes y otras mucho más débiles.

Para evitar ese desorden, una buena estrategia es que las reinas sean lo más parejas posibles en edad y calidad.

2 – ¿A qué edad deben renovarse las abejas reinas?

Una vez tomada la decisión de eliminar a las reinas antiguas de una manera sistemática, llega una pregunta que todo apicultor se hace: ¿en qué punto de la vida una reina debe ser sustituida?

Hay apicultores que reemplazan las reinas todos los años, pero, en general, en la literatura apícola existe la idea de que el cambio de reinas se debe ejecutar de una forma sistemática cuando las reinas cumplen su segundo año. Es decir: una reina nacida en la primavera de 2020, estará en su esplendor en la primavera de 2021 y entrará en decadencia en la temporada de 2022. Por tanto, en ese momento, una vez cumplidos los dos años de vida, toca matar las reinas y forzar una sustitución natural o introducir una reina nueva.

panal de cría de abejas - Apicultura y miel

Las reinas de gran calidad ponen mucho y muy compacto, como en este panal. Foto: Jordan, en Flickr.

Esta norma no es exacta y hay reinas cuya fuerza decae más tarde. Sin embargo, los apicultores que quieran mantener un orden estricto en sus apiarios deben ser inflexibles y cumplir los calendarios de relevo de manera sistemática.

Para lograr esto, es muy importante saber en qué momento nace cada reina. En las explotaciones bien organizadas, los apicultores tendrán cuadernos o sistemas de seguimiento para saber cuándo nacen las reinas, qué cualidades tienen y, si es posible, de qué líneas genéticas vienen. En esta tarea, el marcado de reinas resulta muy importante para saber rápidamente fechas y procedencias de las madres.

3 – En qué momento de la temporada se cambian las reinas

La siguiente decisión importante es el punto de la campaña en que se cambiarán las reinas de las colmenas. Se debe buscar un momento en que el relevo no suponga un frenazo excesivo en el desarrollo de la colonia, con lo que hay que evitar que sea en fechas próximas a los mejores periodos de floración.

Hay que tener en cuenta que, si se opta por un relevo natural, habrá que esperar un mínimo de tres semanas para que la nueva reina empiece a poner. Esta espera se reduce sensiblemente si se elige un relevo con introducción de realera, reina virgen o reina fecundada. Por supuesto, en este último caso, la espera es mínima: la nueva reina tomará el relevo de forma inmediata.

celdas reales ya selladas, listas para que nazcan las reinas y cambiar la reina de las colmenas

Celdas reales listas para nacer. Foto: Isaac S. Ego, en Flickr.

En realidad, una reina de mala calidad debe ser cambiada en el mismo momento en que se detectan sus defectos. Esto será un posible frenazo para esa colonia, pero no un problema general. Si la sustitución de reinas es masiva, hay que elegir mejor los tiempos.

Así, tenemos dos momentos idóneos para cambiar la reina de las colmenas: al principio de la temporada y al final.

Cambiar la reina de las colmenas al principio de la temporada

Si se quiere que la nueva reina esté produciendo a tope en la temporada presente, lo mejor es cambiarla al principio de la campaña, aproximadamente mes y medio antes de que arranque la floración importante.

Se debe hacer cuando la colmena ya ha tomado fuerza tras el invierno y tiene un buen volumen de cría. En ese punto, se cambia, de tal forma que, cinco o seis semanas más tarde, cuando llegue la floración principal, la nueva reina ya haya puesto las primeras remesas de obreras. En este caso, para acelerar los tiempos, es mejor recurrir a reinas fecundadas o vírgenes, buscando reducir el lapso de orfandad.

Además, es muy importante cambiar la reina cuando hay zánganos. Si se hace demasiado pronto, es posible que no haya todavía suficientes zánganos en la zona, lo que compromete las posibilidades de fecundarse de la nueva reina.

Cambiar la reina de las colmenas al final de la temporada

Otra opción es dejar que la reina antigua dirija la colonia durante la campaña presente y, cuando esta decline, cuando ya la colonia no demande tanta puesta y la cosecha esté garantizada, sustituir a la madre.

Esta forma de trabajar asegura que la colonia no perderá la cosecha por fallos en la fecundación o rechazos a una reina introducida. A cambio, está el riesgo de que los fríos otoñales se adelanten y la reina no se fecunde. En este caso, no sería raro que una reina virgen invernara hasta la primavera siguiente, aunque lo ideal es que se fecunden antes de llegar a la parada invernal.

Estas reinas de final de campaña apenas ponen huevos en otoño, solo lo justo para garantizar la población durante el invierno. Por tanto, se desgastan muy poco y llegan frescas y en plena forma al inicio de la temporada siguiente, con lo que su arranque es muy potente y generan rápidamente colonias muy fuertes.

En todos los casos, los apicultores deben conocer bien su territorio y su climatología antes de decidirse por una de las dos tácticas para cambiar la reina de las colmenas.

colmena zanganera,

Panal de una colmena zanganera.

Síntomas de que una reina debe ser cambiada

Las reinas, a medida que se desgastan, pierden la capacidad de poner grandes cantidades de huevos y empiezan a generar menos feromona real. Esto es visible a través de varios síntomas:

  • Postura desigual y salteada. La reina empieza a perder fuerza y ya no pone tantos huevos, lo que genera zonas sin cría y un patrón de puesta menos igualado.
  • Puesta fallida y exceso de zánganos. Si las reinas son muy defectuosas, es probable que pongan muy mal, dejando varios huevos en cada celdilla. Si no tienen suficiente esperma, degenerarán en zanganeras, poniendo solo cría de zánganos.
  • Reina “pelada”. Con los años y el desgaste, las reinas pierden mucho del pelo de su tórax y también es fácil ver daños en las alas. Además, su tamaño es más grande.
  • Falta de limpieza. La falta de una feromona real cohesionada se nota en los hábitos de las abejas, que, sin tanta dirección, descuidan la limpieza y otras tareas básicas.
  • Tendencia a la enjambrazón. Las obreras notan que la reina envejece y fuerzan el relevo a través de enjambres.
  • Agresividad. A medida que la reina pierde el control de la colonia, las abejas se sienten más inquietas y agresivas.

4 – ¿Reina propia o reina introducida? Mejora de la genética

El cambio de la reina es relativamente sencillo. Si la reina vieja está marcada, se localizará fácilmente. Si no lo está, resulta un poco más complicado encontrar la reina en la colmena.
Una vez localizada la reina, hay que eliminarla. Se puede matar sin más o introducirla en un frasco con alcohol o algún producto que la asfixie.

A partir de ese momento, la colmena queda huérfana y hay varias tácticas para el relevo:

Dejar que las abejas produzcan una reina.

Si la colmena es de buena calidad y la reina relevada tiene buenas características de productividad, comportamiento higiénico y mansedumbre, se puede optar por dejar que las abejas generen una nueva reina. En cuanto notan la orfandad, empiezan a levantar celdas reales a partir de larvas de pocas horas y 15 días después nacerá una nueva reina.

Esta forma de trabajar es cómoda: el apicultor no tiene que hacer nada. Si acaso, eliminar el exceso de realeras para que no haya riesgos de enjambrazón. Sin embargo, también plantea inconvenientes, porque las realeras de emergencia no suelen dar reinas de la mejor calidad.

A veces, esas colonias ya tienen realeras porque la colonia preparaba un enjambre. Esas realeras de enjambrazón son mucho mejores en calidad, pero también transmiten la tendencia a enjambrar, con lo que tampoco son la mejor opción.

Una celda real sellada y próxima a eclosionar. Apicultura y miel.

Celda real sellada y lista para el nacimiento de la reina.

Introducir realeras

Otra opción es introducir realeras, que pueden proceder de otras colmenas o de un proceso de cría de reinas controlado por el apicultor. En este caso, se habrán seleccionado reinas de la mejor calidad para reproducirlas y, una vez que las realeras están selladas, se pueden insertar en las colmenas orfanizadas.

Trabajar con realeras también tiene ventajas: las tasas de rechazo son mínimas y las abejas aceptan muy bien a una reina que nace en la colmena. A cambio, habrá que esperar a que nazcan y, después, a que se fecunden, con lo que se retrasa un poco el reinicio de la puesta.

Introducir reinas vírgenes o fecundadas.

Para cortar esos plazos, como veíamos arriba, lo ideal es introducir reinas fecundadas o vírgenes. Las fecundadas, que pueden proceder de núcleos de fecundación del propio apicultor, no tienen plazo de espera: inmediatamente son liberadas y empiezan a poner. En el caso de las vírgenes, habrá que esperar unos pocos días a que se fecunden y empiecen la postura.

Estas reinas pueden proceder también de la cría de reinas hecha por el apicultor, o se pueden comprar a criadores que seleccionen cepas de la mejor calidad. En estos casos, el proceso más delicado es la introducción de las reinas, porque puede haber rechazos.

abeja reina enjaulada y lista para cambiar la reina de las colmenas

Una reina enjaulada, lista para ser introducida en una colmena huérfana. Foto: Jordan Schwatrz, en Flickr.

Además de elegir el modo de sustituir las reinas, conviene seguir unos pasos para hacer el cambio:

  • Esperar al menos 24 horas. Antes de introducir reinas o realeras, conviene dejar que la colonia se sienta huérfana. Para eso hacen falta al menos 24 horas.
  • Táctica de introducción. Es importante dominar la técnica de introducción de reinas para reducir en lo posible el riesgo de rechazo.
  • Alimentar la colmena. Conviene reforzar la colmena con jarabe de azúcar durante el tiempo de orfandad y, sobre todo, en los días previos a que la nueva reina rompa a poner. Así se estimula su puesta al máximo.
  • Dejar tranquila a la colmena. Una colonia sin reina está muy nerviosa y eso puede producir rechazos en las reinas introducidas. Hay que reducir las revisiones al mínimo, simplemente para verificar que se levantan realeras o que se aceptan las reinas introducidas.

Finalmente, se elija una opción u otra, lo importante es comprender la importancia de cambiar la reina de las colmenas para tener colonias siempre fuertes, con reinas jóvenes y con la mejor genética posible. Es una de las estrategias que hacen que los apiarios crezcan y produzcan mucho más.

5 – Bibliografía empleada

Cobo, A. (1990) Manejo de la reproducción de abejas. En Servicio de Extensión Agraria (ed). Diez temas de apicultura. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Jakes, J (2020K) Re-Queening. Why and when  to Replace my Queens? Entrada de blog [Urban bee]. Disponible en: https://urbanbeesupplies.ca/blogs/blog/when-and-why-re-queen

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

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