Modificado por Redacción

Una celda real sellada y próxima a eclosionar. Apicultura y miel.

Celda real sellada y lista para el nacimiento de la reina.

La cría de reinas es una de las técnicas básicas para llevar a cabo una apicultura ordenada, productiva y bien dirigida. Permite seleccionar condiciones genéticas, renovar reinas para mantener las colmenas fuertes, dotar núcleos de reinas y reponer las madres que falten por accidente o desgaste.

Hay muchos métodos para criar reinas, aunque algunos requieren conocimientos más o menos avanzados de apicultura, porque incluyen la técnica del traslarve, algo que no todos los apicultores saben hacer. Otros son muy sencillos y están al alcance de cualquiera. En este artículo explicamos tres métodos muy fáciles: la orfanización y los sistemas Miller y Alley. Los tres son métodos de cría de reinas sin traslarve.

1- Cría de reinas sin traslarve por orfanización

Como todo apicultor sabe, las abejas deciden producir nuevas reinas en dos circunstancias. Una, cuando una reina ya está demasiado desgastada o tiene algún problema que la incapacita para cumplir su tarea o, simplemente, muere, por causa natural o accidental. La otra, cuando en pleno aporte de néctar y polen, la colonia está tan fuerte, tan llena de abejas y recursos, que se dispara el proceso de la enjambrazón. De manera natural, las abejas desarrollarán nuevas reinas y empezarán a lanzar al exterior enjambres. En el primero irá la reina antigua con una parte de la colonia. Y, después, si llegan a producirse enjambres secundarios, saldrán de la colmena reinas jóvenes con nuevos grupos de partidarias. En ocasiones, esas reinas jóvenes son todavía vírgenes y no es raro que un jabardo lleve más de una “princesa”.

Cuando producen reinas para enjambrar, las abejas eligen las mejores larvas jóvenes y las alimentan de forma muy esmerada, lo que da lugar a reinas de muy alta calidad. En cambio, cuando una reina muere o ya no es útil, las abejas generan de emergencia una nueva reina que, generalmente, será de las llamadas “reinas de salvamento”.

Abeja reina sobre un panal, rodeada de obreras. Cría de reinas sin traslarve en Apicultura y miel.

Elegiremos las reinas a reproducir por sus excelentes cualidades.

Conociendo el comportamiento de las abejas, el apicultor puede generar las condiciones necesarias para disponer de nuevas reinas en las colmenas. Y la forma más sencilla de criar reinas sin traslarve es la orfanización. En cuanto se sienten huérfanas, las abejas empiezan a levantar celdas reales que podrán ser aprovechadas por el apicultor.

Los pasos del método de la orfanización son simples:

1 – Elegir la colmena que criará las reinas. Se elige una colmena que esté en pleno desarrollo, con cría de todas las edades y que destaque por sus características ideales de producción, comportamiento, mansedumbre, limpieza, resistencia a enfermedades… Y se orfaniza. Para ello,  se debe localizar a la reina, algo que no siempre es fácil y que requiere paciencia, sobre todo si la reina no está marcada. Esa reina es de gran calidad, así que, salvo que ya sea muy vieja, no conviene eliminarla. Puede servir para confeccionar con ella un núcleo, para reforzar una colonia débil cambiando su reina o para salvar una colmena defectuosa o zanganera.

 2 – Esperar 10 días y alimentar. En cuanto las abejas se sienten huérfanas, empieza la carrera por generar nuevas reinas de salvamento. A partir de larvas jóvenes, construyen las celdas reales y las alimentan con jalea real. Para que la colmena no sufra demasiado desgaste, conviene mantenerla alimentada con jarabe estimulante suministrado en alimentadores o bolsas. Por ejemplo, azúcar diluido a una parte de azúcar por cada parte de agua.

3- Recoger las realeras. Pasados los diez días, la colmena habrá estirado y sellado un buen número de celdas reales que estarán listas para ser cosechadas. Con un cuchillo que corte mucho o un cutter, se recortarán las realeras, de tal forma que vayan adosadas a un buen trozo de panal. Esas porciones de panal con realera se irán guardando en una caja para que no se enfríen demasiado antes del injerto. No hay que olvidar que la colmena donante está huérfana, así que, salvo que se le quiera devolver su antigua reina, habrá que dejar un mínimo de dos realeras para que nazca una reina y tome posesión de la colonia.

Abejas trabajando en el desarrollo de tres celdas reales. Apicultura y miel.

Tres realeras, una de ellas ya cerradas y dos en desarrollo. Foto: Gárgoris en Flickr.

4 – Injertar realeras en núcleos o colmenas. Previamente a la recogida de las realeras, el apicultor habrá preparado núcleos de fecundación o núcleos de desarrollo en los que injertarlas. O habrá seleccionado y orfanizado colmenas cuyas reinas quiere renovar. El injerto debe hacerse en un panal con cría operculada, al que se practicará un orificio suficiente para insertar en él el trozo de panal al que va pegada la realera. Conviene insertar dos por colmena o núcleo para mejorar la efectividad del método, y los trasplantes deben hacerse rápidamente, sin que las realeras se enfríen.

Este método es muy sencillo y bastante eficaz. Los apicultores con pocas colmenas lo emplean a menudo, porque evita la complicación del traslarve. Sin embargo, tiene un inconveniente: las realeras de emergencia o de salvamento producen reinas de menor calidad. Serán nuevas, por supuesto, pero nunca serán iguales que las reinas desarrolladas para la enjambrazón o las que se generan con métodos de traslarve.

Además, tiene otra contraindicación: se corta en seco el desarrollo de una colmena de alta calidad que, después, tardará semana en recuperar su ritmo.

2 –El método Miller de cría de reinas

Un sistema también sencillo para criar una cantidad moderada de reinas sin traslarve es el conocido como método Miller.

Los pasos de esta técnica son estos:

1 – Selección de colmenas. El método requiere elegir una colmena muy fuerte para que desarrollen las realeras. A ser posible, una colmena que apenas tenga ya espacio libre para que la reina aove. Además, se mantendrá alimentada con jarabe líquido durante el proceso para que las abejas estén muy estimuladas. Es necesario contar también con otra colmena muy fuerte que será la terminadora de las celdas.

 2 – Bastidor. En un bastidor o marco, se coloca un trozo de lámina de cera estampada que ocupe el tercio superior del panal. Ese panal se introduce en el centro de la cámara de cría de la colmena elegida por sus buenas características. Se deja una semana para que las abejas estiren el panal y la reina ponga huevos en él.

3 – Terminadora. Al séptimo día, se saca el bastidor. Con un cuchillo que corte mucho, se recortar su extremo inferior para que tenga tres picos o triángulos.  Además, se aplasta dos de cada tres celdas del borde del panal, de tal forma que se abran espacios entre ellas. De forma natural, y al estar muy fuertes y huérfanas, las abejas levantarán celdas reales en los bordes de los triángulos de panal. Una vez listo el panal, se introduce en la colmena terminadora, que llevará al menos 24 horas huérfana. Con su reina se puede hacer un núcleo, por ejemplo.

 4 – Transplante. Cuando las celdas estén selladas, se recortan las realeras con un cuchillo de buen corte y se injertan en los núcleos o colmenas orfanizadas en que se quieran utilizar. Es importante mantener las celdas protegidas para que no se rompan o se enfríen mientras se hacen los injertos, que deben hacerse rápidamente.

3 – El método Alley de cría de reinas sin traslarve

Otro método sencillo de producir una buena cantidad de reinas sin traslarve es el método Alley. Es una técnica un poco más complicada, pero solo requiere un poco de pericia y cuidado en el manejo.

Los pasos del método Alley son estos:

1 – Selección de la colmena donante. Se elige una colmena que destaque  por sus características de producción, mansedumbre, etc. Será la colmena donante y se estimulará antes y durante el proceso con jarabe líquido para que las abejas estén lo más fuertes posible.

2 – Generación de las larvas. En el centro de la cámara de cría de la colmena donante se introduce un panal con lámina de cera estampada. Se espera a que las abejas estiren el panal y la reina aove en él. Cuando contenga larvas de dos o tres días de edad, será el momento de sacarlo. Se cepillan las abejas que tenga y se extrae.

3 – Preparación de bastidores. El panal se corta con un cuchillo muy afilado y caliente en tiras de un centímetro y medio. Cada tira contendrá una fila de celdas con larvas. Esas tiras se atarán a listones con hilo de plástico, con hilo de bramante o con  gotas de cera fundida. Quedarán atadas de tal forma que después los listones puedan ser montados en uno o varios cuadros. Se dispondrán de tal forma que las tiras de panal con celdillas miren hacia abajo. Además, de cada tira de celdillas se eliminarán dos de cada tres y, a las que se conserven, se les ampliará la abertura con un lápiz sin punta o un instrumento similar. Es importante no tocar las larvas.
Toda esta operación debe hacerse con cuidado. A ser posible, en un espacio donde haya una temperatura de entre 25 y 30º, para que las larvas no mueran de frío, y con cierta humedad, para que no se deshidraten. Esta humedad se puede lograr trabajando sobre un paño mojado.

4 – Colmena terminadora. Esos bastidores con listones se introducen en una colmena terminadora que llevará una semana huérfana. Con esos días de orfandad, esta colmena no tendrá ya larvas o huevos, con lo que no podrá desarrollar realeras fuera de los bastidores que reciba. Y si hubiera alguna, habrá que destruirla. Esta terminadora recibirá una importante dosis de alimento estimulante durante todo el tiempo que dure el proceso y, si es posible, desde algunas semanas antes para que esté muy fue

5 – Recogida de realeras e injertos. Así, las abejas de la terminadora, huérfanas, encontrarán los listones con larvas jóvenes, alojadas en celdas ensanchadas y con espacio para entre ellas para trabajar. Las estirarán y convertirán en celdas reales que, en 10 días más, estarán listas para ser cosechadas (tendrán 13 días desde la puesta del huevo y nacerán en un par de días más). Cada celda puede ser fácilmente recortada del bastidor y después se injertarán por parejas en núcleos (hechos 24 horas antes para que ya se sientan huérfanos) o en colmenas a las que se quiera cambiar la reina.

Con estos tres métodos, cualquier apicultor puede animarse a criar reinas sin traslarve. Tomará contacto con las dificultades de la cría de reinas, pero también con sus grandes satisfacciones. Con un poco de experiencia, será capaz de renovar sus reinas fácilmente y empezará a seleccionar aquellas cepas genéticas que más le interese perpetuar, con lo que sus apiarios serán cada día más fuertes y productivos.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies