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Avispa oriental o vespa orientalis


Dos ejemplares de avispa oriental. Foto: Wikicommons.


El avispón o avispa oriental, vespa orientalis, se ha convertido en una incipiente amenaza para la apicultura española. Este himenóptero depredador de abejas se extiende por algunas zonas del sur de España y se suma a la avispa asiática, que castiga los colmenares de todo el norte del país.

Se sabe que la avispa oriental, o avispón oriental, está en España desde 2012, cuando fue detectado por primera vez en la zona de Valencia. Sin embargo, es ahora cuando sus efectos empiezan a dejarse notar en la apicultura. Su presencia es cada vez más visible en la Comunidad Valenciana y también en la zona de Algeciras, donde ha empezado a causar estragos.

Originaria del centro y sudeste de Asia, esta avispa, denominada científicamente vespa orientalis, se puede encontrar en muchos lugares, como Armenia, Turquía, India, Nepal y todo Oriente Medio. También aparece en Chipre, algunas zonas del Mediterráneo europeo, Madagacar, Sudán, Etiopía y el noreste de África.

Se considera que la avispa oriental habría llegado a España procedente de algún país de Oriente o África en cargamentos de fruta, de ahí que esté tan arraigada en Valencia y el entorno de Algeciras, que son los dos mayores puertos del país. En Francia también se ha detectado en los alrededores de Marsella, otro importante puerto marítimo.

Avispa oriental: más grande que la velutina

Miembro destacado de la familia Vespidae, este avispón orientalis tiene un tamaño considerable: de 2,5 a 3,5 centímetros. Esto la sitúa como la mayor de las avispas exóticas que se encuentran en España. Es más grande que la vespa velutina o avispa asiática, que solo llega a los tres centímetros. Y puede alcanzar el tamaño del gran avispón europeo, vespa cabro, que, en cambio, es mucho menos agresivo para las abejas.

Destaca su llamativo color marrón rojizo, que se contrasta con dos bandas amarillas casi al extremo del abdomen. Este original aspecto hace que sea una avispa muy reconocible.

El ciclo vital de esta avispa oriental tiene su momento de más actividad en otoño. Es el momento en que nacen los machos y se aparean con las nuevas reinas que, una vez fecundadas, buscan un refugio donde pasar el invierno. En abril o mayo inician la construcción de nuevas colonias, que irán aumentando de tamaño hasta que, en otoño, se produzcan otra vez los vuelos de apareamiento y se reinicie el proceso.

La avispa oriental anida bajo tierra, lo que hace especialmente difícil la localización de sus nidos. Y, como están experimentando los apicultores levantinos y gaditanos, resulta muy agresiva para las abejas. Al igual que hace la velutina, esta vespa orientalis acosa las colmenas y depreda las abejas. Cuando acaba con las defensoras, asalta los panales.

Recientemente se ha publicado un impactante vídeo que muestra cómo es el ataque de la avispa oriental a las colmenas en la zona de Algeciras:

Vespa velutina, avispa mandarina: el peligro de la globalización

La avispa oriental se suma a una larga lista de especies de avispas exóticas que se extienden por España desde hace años. Fruto de la globalización del comercio, estas invasiones son cada vez más frecuentes y suponen serios desequilibrios en los ecosistemas locales.

En España, el peligro más importante lo supone la avispa asiática o vespa velutina, que, en los últimos diez años ha colonizado todo el tercio norte, desde Galicia a Cataluña, causando daños enormes en la apicultura e, incluso, víctimas mortales.

La gran agresividad de la velutina hace que las abejas apenas puedan defenderse y son sistemáticamente devoradas por esta avispa. En muchas zonas de Galicia y Asturias, sus efectos son devastadores. De hecho, en Asturias su avance es tan rápido que ya se han encontrado nidos a 1.400 metros sobre el nivel del mar, algo que se consideraba muy difícil cuando la avispa llegó a España y que habla de su gran capacidad de adaptación.

Otra especie que preocupa es la avispa mandarina, también de gran tamaño y muy agresiva. Sin embargo, todavía no hay constancia de su presencia en España, aunque entomólogos y apicultores no bajan la guardia.

Avispa mandarina o Vespa mandarinia japonica posada sobre unas plantas.


Una avispa mandarina posada sobre unas plantas.

Esta avispa mandarina es tremendamente peligrosa. Con una envergadura de alas de 7,5 centímetros y una longitud de 5 centímetros, es un animal realmente grande ante el que las abejas europeas y americanas no tienen apenas capacidad de defensa. Su peligrosidad es tan alta que, en Estados Unidos, donde en este 2021 se han encontrado ejemplares, se la conoce como “avispón asesino”.

Estas avispas, generalmente de origen asiático, se expanden por el mundo gracias al comercio global. Así llegó en su día vespa velutina y así parece que ha llegado también la avispa oriental, este nuevo peligro para una apicultura española que sufre el embate de las malas cosechas, la proliferación de la varroa y la competencia de las mieles chinas de muy baja calidad.  

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