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cera estampada en panales

Marcos vacío, estampado y estirado.

Las láminas de cera estampada son uno de los pilares fundamentales de la apicultura moderna y racional. Su correcto manejo es crucial para que las explotaciones apícolas logren éxitos. En este artículo te explicamos qué son y cómo se manejan las láminas de cera estampada para los panales de tus colmenas.

Las láminas de cera estampada son uno de los inventos más revolucionarios de la historia de la apicultura. Las ideó un carpintero alemán, Johannes Mehring, en 1857. Para entonces, ya existían los cuadros móviles, perfeccionados por Langstroth, pero resultaba complicado que las abejas construyeran sus panales correctamente en los marcos. El problema lo solucionó Mehring al elaborar una lámina de cera muy fina que llevaba estampadas unas hendiduras octogonales. Era la base para que, poco después, en 1861,  el estadounidense Samuel Wagner, estampara las láminas con el arranque de las celdillas, tal y como actualmente conocemos las láminas de cera estampada. Sin embargo, habría que esperar hasta 1876 para que se extendiera su producción, gracias a las instrucciones publicadas por F. Cheshire.

Desde ese momento, la apicultura moderna se basa en tres ideas clave: el paso de abeja, los panales móviles y las láminas de cera estampada. En este artículo te explicamos todo lo que tienes que saber sobre la cera estampada, su producción y manejo.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO
1 – Láminas de cera estampada: qué son
2 – Tipos de cera estampada: calidades y tamaños de las láminas
3 – Cómo hacer láminas de cera estampada
4 – Manejo de la cera estampada: consejos y prácticas
5 – Bibliografia empleada

La cera para elaborar láminas es uno de los productos más conocidos de la apicultura. Utilizada desde tiempo inmemorial, la cera de abeja tiene infinidad de usos, desde simbólicos, a medicinales. En los últimos años, se han popularizado las llamadas velas de miel, que se emplean en decoración. Sin embargo, para los apicultores, el uso principal de la cera es la producción de láminas de cera estampada con las que equipar sus colmenas.

1 – Láminas de cera estampada: qué son

Una lámina de cera estampada es una hoja de cera de forma regular, rectangular o cuadrada, que tiene las dimensiones del modelo de panal al que vaya destinada y un espesor de entre tres y cinco milímetros. Sobre la hoja lisa, se estampa un relieve hexagonal: el fondo y el arranque de las futuras celdillas del panal.

La idea es sencilla: son los cimientos o fundación del panal que después desarrollarán las abejas. Al ofrecer a la colonia ese patrón de construcción, las abejas levantan panales regulares, adaptados a la forma del cuadro y con un número de celdillas también bastante regular.

láminas de cera estampada apiladas

Láminas de cera estampada.

Además, toda la cera que se aporta en forma de lámina estampada es cera que no tienen que producir las abejas, lo que supone un importante ahorro, porque para producir un kilo de cera, necesitan consumir entre 4 y 12 kilogramos de miel.

Esas láminas se sujetan a los panales gracias a unas guías en las que se insertan y a unos alambres que, además de fijar la hoja, dan cuerpo y resistencia al cuadro. Para soldar la lámina a los alambres se suele utilizar alguna fuente de calor, como una corriente eléctrica de bajo voltaje (12 v) que funde la cera sobre el metal rápidamente.

En conjunto, la cera estampada es una solución muy inteligente que ordena y guía el trabajo de las abejas y, además, ahorra recursos a la colmena.

2 – Tipos de cera estampada: calidades y tamaños de las láminas

Como sucede en todos los ámbitos de la apicultura, hay muchas diferencias de formatos y calidades entre las ceras estampadas. Las principales variantes son estas:

Láminas de cera pura de abeja

Las láminas de cera de mejor calidad son las que elaboran con cera pura de abeja: el resultado de fundir cera de panal y de opérculo, sin mezclarla con nada más. Son hojas más flexibles y resistentes, de un color amarillo más intenso y su olor es inconfundible.

Las abejas aceptan sin problemas estas láminas de cera pura y las estiran sin reticencias. A cambio, este material es más caro y escaso. A menudo es complicado encontrar en el mercado láminas de cera pura a precios asequibles. Por eso, los apicultores suelen fundir su propia cera para disponer de láminas de repuesto.

Las hojas de cera de mayor calidad son las que se elaboran con cera de procedencia ecológica. En este caso, suelen ser demandadas por apicultores biológicos, que pagan todavía más por el material.

Un panal de cera estampada estirado solo en parte

Si la cera no es de buena calidad, las abejas pueden estirar solo alguna parte.

Láminas de cera mezclada

Ante la carestía de la cera pura de abeja, es frecuente que los fabricantes utilicen mezclas de cera de abeja y otros productos, como la parafina. Se trata de un alcano, un hidrocarburo producido a partir del petróleo o del carbón.

De aspecto cerúleo y blanquecino, se mezcla con la cera de abeja y da lugar a una cera de tono más claro y aspecto quebradizo.

En principio, no supone un problema grave utilizar ceras mezcladas con parafinas, puesto que se trata de sustancias inocuas. Sin embargo, en proporciones muy altas de parafina, se pueden producir rechazos. Las abejas no estiran los panales o estiran solo algunas partes. Incluso construyen sus propios panales completos por encima de las láminas, sin utilizarlas.

Este rechazo produce mucha discusión entre los investigadores. Hay trabajos, como el de Castro y sus colaboradores (2010), que aseguran que las abejas soportan sin problemas mezclas de parafina de hasta el 40 por ciento. Sin embargo, entre los apicultores profesionales se considera menos recomendable la cera que lleva parafina.  

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Láminas estampadas de plástico

En los últimos años, muchos apicultores han reemplazado sus láminas de cera de abeja por láminas de plástico. Son iguales en forma y tamaño, pero elaboradas en plástico, con lo que no se rompen tan fácilmente y, aunque su precio es alto, duran mucho más, con lo que resultan rentables.

Para que las abejas acepten mejor estas bases plásticas, es recomendable darles un baño de cera pura. De esa forma, la aceptación aumenta notablemente.

Tamaños de las láminas de cera estampada

Aunque hay muchos tamaños de láminas, en función de los modelos de colmena, casi todas utilizan el mismo patrón de estampado: celdillas de 5,4 mm de ancho, lo que supone unas 5 celdillas por cada 10 centímetros lineales.
Hay también cera especial con celdillas más estrechas, de unos 4,9 mm, que se considera idónea para combatir la varroa, puesto que el parásito no se encuentra cómodo en esas dimensiones. Y también se comercializa cera estampada con un ancho superior para celdas destinadas a producir zánganos.

A partir de ahí, las diferencias tienen que ver con el tipo de colmena:

  • Colmenas Langstroth. En su formato de cuadro completo, necesitan una hoja de cera de 42 x 20 centímetros, lo que supone unas 790 celdillas por cada decímetro cuadrado, para un total de unas 5.200 celdillas por panal. Cada kilo de láminas de este tamaño incluye unas 10 ú 11 hojas.
  • Colmenas Layens. Para las Layens de 12 cuadros, la lámina mide 30 x 35 centímetros, con lo que se obtienen entre 5600 y 6000 celdillas por panal. En un kilo de láminas Layens suele haber unas 8 ó 9 unidades.

Abejas estirando un panal de cera estampada

Cera estampada y abejas estirándola. Foto: Liralen Li, en Flickr.

  • Colmenas Dadant. En el caso de la colmena Dadant, la lámina para cámara de cría mide 42×27 centímetros, lo que da lugar a unas 6000 celdas por panal. En cada kilo se encuentran una media de 10 unidades.
  • Colmenas lusitanas. Para la colmena portuguesa o lusitana, se confeccionan láminas de cera estampada de 33×27 centímetros, con una cantidad aproximada de 5000 celdillas por marco. En un kilo, se suelen incluir unas 10 láminas.

3 – Cómo hacer láminas de cera estampada

El proceso de elaboración de las láminas de cera estampada comienza con el fundido de la cera. Los restos de panales viejos y los opérculos y restos de la extracción de la miel se funden en calderas de vapor o solares. El resultado de la fundición es, por un lado, un residuo de color oscuro que se puede utilizar como abono o incluso como combustible y, por otro, la cera limpia en estado líquido.

Esa cera se vierte en moldes para que se enfríe y se pueda almacenar. Cuando se dispone de una cantidad importante, se puede laminar y estampar.

cerón de cera de abeja

Un cerón de cera recién fundida: la parte oscura es residuo. Foto: Maja Dumat, en Flickr.

Para llevar a cabo este proceso, es necesario fundir nuevamente la cera. Después, se hace pasar por un sistema que le da su forma definitiva: una lámina de un tamaño concreto con el estampado de celdillas requerido.

Actualmente, hay muchos sistemas de laminado y estampación de hojas de cera. Los tres más habituales son estos:

  • Estampadora de libro. Las estampadora de libro son muy sencillas: básicamente, son dos hojas estampadas en medio de las cuales se vierte cera líquida. Las hojas se cierran y la presión genera la lámina estampada. Hay modelos muy simples: dos láminas de goma sobre las que se aplica un rodillo manual. Y otros algo más elaborados, que incluyen refrigeración. En cualquier caso, se indican solo para estampar pequeñas cantidades, porque el proceso es lento y laborioso.
  • Estampadora de rodillos para pequeñas cantidades. En este caso, la lámina estampada se genera gracias a la acción de dos rodillos que, a modo de prensa, hacen pasar la cera entre ellos, generando la lámina y el estampado. Son mucho más capaces que las estampadoras de libro, pero siguen siendo equipos de medio alcance y accionamiento, generalmente manual.

 

  • Laminadora y estampadora industrial. Las grandes líneas de estampado de cera son equipos muy complejos y costosos. Incluyen una caldera que funde la cera y un mecanismo de trabajo continuo que genera las láminas, las estampa y corta al tamaño deseado. Son habituales en explotaciones de gran volumen, que a menudo ofrecen a otros apicultores el servicio de laminado. También son las que utiliza la industria productora de láminas de cera. Estas factorías también ofrecen a los apicultores la posibilidad de llevar su cera para fundirla y laminarla.

4 – Manejo de la cera estampada: consejos y prácticas

Como se ve, la cera estampada tiene gran importancia en la práctica de la apicultura. Por eso, su calidad importa mucho, pero también importa su manejo. Las láminas se pueden utilizar de varias formas y su cuidado y gestión deben estar bien planificados. Estas son las nociones de manejo que debes tener en cuenta:

  • Lámina completa o una fracción. Generalmente, los apicultores colocan en sus panales láminas de cera estampada enteras, que ocupan todo el hueco interior del cuadro. Sin embargo, muchos optan por colocar solo una fracción de la lámina. Por ejemplo, una franja de 10 centímetros de ancho por todo el largo del panal. Al hacer esto, se indica a las abejas cómo empezar a construir, pero se deja que ellas mismas construyan el resto, siguiendo la guía inicial. De esta forma, se ahorra cera estampada y se logra que las abejas produzcan más cera natural pura.
  • Renovar la cera periódicamente. Con el tiempo, los panales de cera envejecen. Van acumulando residuos, como restos de los capullos en los que se desarrollan las larvas de las abejas. También acumulan suciedad y rastros de tratamientos veterinarios o, incluso, sustancias contaminantes procedentes del exterior. Como la cera es porosa, absorbe todo con facilidad. Eso hace que, pasados unos pocos años, los panales hayan adquirido mucho peso y tengan un aspecto oscuro, con celdillas deformadas. Es el momento de renovar la cera: una buena práctica apícola es renovar un 30 por ciento de la cera de cada colmena anualmente, añadiendo cera estampada y enviando los cuadros viejos a la fundición.

abejas estirando cera estampada

Abejas estirando cera estampada.

 

  • Uso estratégico en la gestión del vigor. Las láminas de cera se utilizan mucho para gestionar y controlar el exceso de vigor de las colmenas. Si una colonia se bloquea o amenaza enjambrar, se pueden introducir en la cámara de cría una o más láminas estampadas, sacando panales ya completos, que puede ir al alza o formar parte de núcleos. La cera estampada animará a las abejas cereras a estirar el panal y aliviará la presión de la cámara de cría.
  • Pureza de la cera. Si se va a comprar cera estampada, es prudente pedir al vendedor análisis o certificados de calidad. La industria de la cera suele reciclar panales de muchas procedencias, lo que puede suponer que haya cera contaminada con antibióticos o pesticidas de muchos tipos, como los propios acaricidas que se emplean en tratamientos contra la varroa. Esas moléculas acumuladas en la cera pueden, después, contaminar la miel, el polen e, incluso, perjudicar a la cría.
    Por otra parte, es frecuente, como se ha visto antes, la mezcla con parafina. Además, la cera puede contener esporas de algunas enfermedades, que son capaces de sobrevivir al proceso de fundido. Es el caso de la loque americana, que soporta temperaturas muy elevadas.
    Un análisis permitirá conocer el grado de pureza de la cera y determinar la presencia de tóxicos o sustancias indeseadas.
  • Almacenamiento y cuidados. En el almacén, la cera debe conservarse en las mejores condiciones posibles. Es un material que sufre con el frío, porque se endurece y se vuelve quebradiza. Y tampoco le conviene el calor, que la ablanda y llega a fundirla. Por tanto, debe guardarse en un lugar de temperatura templada. Tampoco es bueno que la cera esté expuesta a la luz solar, porque se blanquea. Además, no debe estar cerca de fuentes de olores fuertes, ya que se impregnaría de ellos. Lo ideal es guardarla envuelta en papel grueso, en cajas de cartón, y en un espacio oscuro, seco y templado.


Así, las láminas de cera estampada son piezas fundamentales en el manejo apícola. Sin ellas, la apicultura moderna no sería tan eficiente. ¿Qué te parece? Cuéntanos tus opiniones en los comentarios.

5 – Bibliografía empleada

Biri, Melchiorre & Prats, Carmen (1988) El gran libro de las abejas. Barcelona: Editorial de Vecchi.

Castro, A. V., Medici, S. K., Sarlo, E. G., & Eguaras, M. J. (2010). Agregado de parafina en ceras estampadas y su efecto sobre el labrado de panales y viabilidad de las crías de Apis Mellifera. Zootecnia Tropical, 28(3), 353–361. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-72692010000300006

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Lasanta, Eugenio. Apicultura práctica tradicional y moderna: La esencia en el hexágono. Madrid: Liber Factory.

Philippe, Jean-Marie (2008) Guía del apicultor. Utilizable en todas las regiones apícolas del mundo. Barcelona, Omega.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2007) Gestión zootécnica del vigor de las colonias de abejas. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Salvachúa, Carmelo & Robles, Elena (2003) Manual de apicultura práctica. Sector apícola Galego.

Libros para saber más sobre apicultura

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