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Abejas y una abeja reina sobre un panal de cría operculada

Cuanta menos cría quede en la colmena, más fácil se aplicará el tratamiento de rasca la cría. Foto: T_Marjorie.

La varroa se ha convertido en el enemigo más importante de las abejas. Este ácaro causa verdaderos estragos en los colmenares y es prácticamente imposible de erradicar de forma definitiva y, a veces difícil de detectar. En los últimos años, un método de lucha contra la varroa ha empezado a extenderse entre los apicultores, especialmente en España. Se trata de rasca la cría, un polémico sistema de combate contra la varroa que tiene acérrimos defensores y encendidos detractores.

En este artículo, Apicultura y Miel te explica qué es rasca la cría, cómo se hace y qué ventajas y desventajas tiene. Sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber sobre rasca la cría como defensa contra la varroa.

1- ¿Qué es la técnica de rasca la cría contra la varroa?

La técnica de rasca la cría es una forma de combatir la varroa que consiste en destruir la cría de las abejas rascando las celdillas operculadas.  Esta forma de proceder se basa en una idea bien conocida de la lucha contra la varroa: los tratamientos acaricidas son poco eficaces cuando hay mucha cría operculada, porque varroa sobrevive dentro de seas celdillas cerradas.

Los apicultores que utilizan rasca la cría explican que al eliminar la cría operculada, las abejas limpian esas celdillas eliminando las posibles varroas que hubiera en su interior y permitiendo que el principio activo del acaricida circule por todas partes, eliminando muchos más ácaros de varroa.

Un panal de abejas con cría operculada y reservas de miel.

Al final de la temporada, las manchas de cría en los panales son más pequeñas. Foto: Nick O’Doherty.

La idea no es nueva. Ya se utilizó en los primeros tiempos de la llegada de varroa a Europa, antes de que hubiera acaricidas especialmente adaptados a la apicultura. Sin embargo, su uso no se extendió y quedó circunscrito a experimentos limitados.
Hubo que esperar a 2014 para que el método renaciera. Lo hizo gracias a Randy Oliver, un apicultor y biólogo estadounidense que, harto de luchar contra varroa por todos los medios conocidos, decidió hacer algo más radical. Tenía sus colmenas en California, donde la sequía y la varroa diezmaban sus abejas y entonces, según sus palabras, “pensé algo loco”. Su experimento se resume en este texto extraído de la publicación donde dio a conocer el método:

“Si sacrificaba toda la cría sellada (y los ácaros que tuviera) de cada colmena, solo quedarían las varroas en fase forética [cuando van agarradas a una abeja adulta] y esto las expondría al tratamiento [de un acaricida]. Podríamos haber quitado los panales con cría, pero eso sería poco práctico. Sin embargo, ¿qué pasaría si matáramos toda la cría sellada con un peine de desopercular? Esto equivaldría a perder la cría de 12 días. Pensé que esa cría ya estaba en gran parte condenada, porque estaba llena de ácaros de varroa, así que al eliminarla, le daría a la colmena un nuevo inicio desde cero”.

El artículo de Oliver se publicó en enero de 2015 y, aunque las publicaciones especializadas no le prestaron mucha atención, los apicultores sí que lo hicieron. Necesitados de una solución para un problema tan grave, muchos profesionales empezaron a probar el método. Y ha sido en España donde más en serio se ha tomado el relevo.

Apicultores del norte de España –y de otras zonas- llevan desde 2015 trabajando con el método de rasca la cría y, hasta ahora, parece que los resultados son esperanzadores.  Sin embargo, hay que señalar que todavía no se han publicado estudios científicos serios que demuestren o nieguen la efectividad del método.

2 -¿Cómo se hace la técnica de rasca la cría?

Los apicultores que están trabajando con rasca la cría parten de las tres mismas ideas que animaron a Oliver a probar esta “idea loca”:

                1 – El acaricida funciona mejor cuando no hay cría. De hecho, la mayoría de los fabricantes recomienda tratar en épocas de poca o nula cría.  Sin embargo, los apicultores saben bien que, con el retraso en la llegada del frío, las colonias siguen criando hasta muy avanzado el otoño y los tratamientos se retrasan, con lo que varroa crece y, cuando llega el acaricida, puede ser ya demasiado tarde, porque el daño en la colonia es ya excesivo.

                2 – La cría rascada ya está sentenciada y es poca. Si se elige el momento adecuado, la cría a eliminar no será mucha. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que al final de la temporada esa cría está muy afectada por la varroa, por lo que está prácticamente sentenciada y no será muy útil para la colonia.

                3 – Un nuevo arranque con tiempo suficiente. Al eliminar toda la cría infestada de varroa y, con ella, toda o prácticamente toda la varroa en fase forética, las colmenas pueden empezar una nueva tanda de puesta que nacerá sin varroa. Es un nuevo inicio y, si se hace a tiempo, permitirá a las colonias llegar al otoño con suficiente fuerza y libres de varroa. En este punto, el manejo del tiempo es esencial.

Con estas ideas en la cabeza, los apicultores que practican la técnica de rasca la cría están obteniendo resultados ya interesantes. En general, trabajan de acuerdo a este patrón:

  • Cuándo se hace. El momento debe ser elegido con mucho cuidado y cada apicultor elegirá el suyo en función de su conocimiento del terreno, la climatología y el comportamiento de sus abejas. Sin embargo, por regla general, se debe poner en práctica al final de la temporada, tras cosechar, en septiembre o principios de octubre, cuando la cría ya es poca en las colmenas. Si se espera más, el frío sorprenderá a las abejas y no les dará tiempo a criar una generación de abejas que afronte el invierno.
  • Qué se hace. Se trata de aprovechar el instinto de limpieza de las abejas para generar un vacío total de celdillas operculadas. Se rompen todas las que tengan cría y se consigue que la colmena no tenga ninguna celda susceptible de ocultar varroas. Es importante saber que las varroas se esconden en las celdillas justo cuando van a ser operculadas, por lo que también puede haber ácaros en la cría que está a punto de ser sellada. Por ese motivo, es conveniente rascar también la cría abierta pero ya crecida, e inutilizarla.
  • Cómo se hace. La operación es bien simple: con un peine desoperculador (o con una rasqueta) se rompen con fuerza los opérculos de cría. Es muy importante hacerlo a conciencia, penetrando profundamente en las celdas. Y debe hacerse sin piedad: no se puede dejar ningún resto de cría sellada en los panales. Después, se devuelven los panales a la colmena, donde las abejas inmediatamente empezarán a limpiar esas celdillas, sacando al exterior los restos de cera, larvas y –lo más importante- varroas. Acto seguido, se aplica un tratamiento acaricida. Puede ser un principio activo orgánico o uno de síntesis, pero siempre debe estar en la lista de medicamentos autorizados para tratar la varroa.
    Por último, para asegurar un arranque fuerte tras el tratamiento, conviene suministrar a las colonias un alimento estimulante.
  • Para qué se hace. Se hace para darle a la colonia la oportunidad de librarse de la varroa casi por completo en un momento en el que todavía tiene vigor para criar una nueva generación de abejas. Se rasca la cría operculada y la de mayor tamaño, pero todos los huevos recién puestos y las larvas más jóvenes que están todavía sobre la papilla larval sobreviven y son la primera línea de esa nueva hornada. La reina, además, sigue poniendo y pronto repondrá lo perdido. Los apicultores que utilizan el método aseguran que las colonias arrancan de nuevo con mucha fuerza y que las abejas nuevas son más fuertes y trabajan más, porque están más sanas.
    Varroas muertas en un peine desoperculador utilizado en la técnico de rasca la cría

    Ácaros de varroa sobre larvas muertas en un peine desoperculador utilizado en la técnico de rasca la cría. Foto: Monika Fischer.

3 – Ventajas y desventajas de rasca la cría

Como se ve, el método es agresivo y causa un impacto notable en las colmenas. Esto ha hecho que tenga muchos detractores y que incluso se hable de ‘apicidio’ para referirse a esta técnica. Sus defensores, sin embargo, citan sus muchas ventajas:

  • Sanea rápidamente la colmena. Al forzar a las abejas a limpiar las celdillas rascadas, se estimula el instinto de limpieza de la colonia. A ese impulso de limpieza se suma la acción inmediata del acaricida, con lo que el estado de salud de la colmena mejora de forma rápida.
  • Barato. Los partidarios de rasca la cría consideran que es el método más barato: reduce el número de tratamientos y aumenta la eficacia de los medicamentos empleados, con lo que resultan más rentables.
  • Menos resistencia. Al reducir el uso de medicamentos, se limita la capacidad de la varroa de generar resistencia a esos principios activos.
  • Seguridad durante más tiempo. Las experiencias de los apicultores que utilizan el método dicen que, una vez aplicado el tratamiento, ya no tienen que preocuparse más por varroa hasta la primavera siguiente.
Un apicultor trata una colmena con ácido oxálico sublimado para combatir la varroa.

Tras practicar la técnica de rasca la cría, debe aplicarse un tratamiento acaricida. Foto: La Tienda del Apicultor.

A cambio, los detractores del método consideran que no debería utilizarse y citan sus principales inconvenientes:

  • Crueldad innecesaria. El principal argumento de los opositores al método es su excesiva crueldad. Consideran que matar las abejas no es una forma de controlar una enfermedad. Sin embargo, los defensores de rasca la cría insisten en que la mayoría de la cría rascada ya está sentenciada a muerte por su alto nivel de parasitación.
  • Exposición al virus de las alas deformes. Se sabe que varroa es vector de penetración para otros virus, especialmente DWW o virus de las alas deformes. Y parece que la rotura de las celdillas podría contribuir a su dispersión.
  • Desperdicio de recursos. Muchos detractores de rasca la cría aseguran que es un malgasto de recursos. Las abejas necesitan producir mucho alimento y mucho calor para sacar adelante esa cría que, después, es eliminada. En respuesta a esto, los apicultores favorables al método señalan que, en realidad, buena parte del alimento contenido en las celdillas dañadas, e incluso el propio cuerpo de las larvas, es reabsorbido por la colonia, de forma que esta recibe un notable aporte proteínico.
  • Hay alternativas: retirar panales, enjambres sanitarios y enjaular la reina. Los que se oponen al rascado señalan que hay otros métodos menos dolorosos, como la retirada de panales con cría o el enjaulado de la reina. El primer sistema consiste en llevarse del colmenar todos los panales con cría, lo que equivale a su eliminación. Los defensores de rasca la cría señalan que, en realidad, esa cría que se retira también va a morir, aunque sea por inanición o frío. Y que, además, se están retirando de las colmenas cuadros con reservas alimenticias muy necesarias, además de que se crea un problema logístico con ese material retirado. Hay una solución intermedia que consiste en elaborar enjambres sanitarios con esa cría sellada que se va retirar.
    En cuanto al enjaulado de la reina, es un método conocido: se aísla la reina sobre un panal de forma que no pueda poner. La cantidad de cría se reduce en unos días y se puede tratar. Para los defensores del rascado, este método hace que la cría se pare del todo durante varios días, con lo que la colonia pierde tiempo para su recuperación tras el tratamiento.

4 – Encuesta: ¿qué opinas de rasca la cría?

Con todo, y a la espera de que se publiquen resultados más sólidos, rasca la cría sigue siendo un método polémico pero, para muchos, muy eficaz. ¿Qué opinas de rasca la cría? Déjanos tu comentario y participa en la encuesta:

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