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ENTREVISTA

Francisco Alonso director de Meliza 2024 Francisco Alonso, segundo por la izquierda, en una edición anterior de Meliza. [/caption]

Francisco Alonso es el director técnico de Meliza, la feria apícola de Zamora. En esta entrevista reflexiona sobre la importancia de que los apicultores pierdan miedo al ámbito internacional y cuiden más el diseño y la comunicación de sus productos.

En apenas unos días, abrirá sus puertas la V Edición de la Feria Apícola Internacional de Zamora, Meliza 2024. Este certamen, que concita la atención de apicultores de toda España y Portugal, crece en presencia, interés y atractivo, tanto para apicultores, como para todo tipo de visitantes.

En Apicultura y Miel entrevistamos a Francisco Alonso, director técnico y alma de este certamen. Sus respuestas nos permiten entender cómo se pone en pie un proyecto tan ambicioso como Meliza. Además, tiene una mirada privilegiada para entender lo que está pasando en la apicultura española e internacional.



Llega Meliza 2024. ¿Por qué esta edición de la feria es especial y, probablemente, la mejor que han organizado?

Como mínimo, es la más grande y, hoy en día, es la feria más grande de toda la Península Ibérica, no solo de España. De España y también de Portugal. En primer lugar, los números cantan: tenemos más de diez países, algo más de 120 expositores. Ochenta y tantas empresas, inscritas de distinta índole, todas relacionadas con el sector. Además, creo que lo que nos marca la diferencia muchas veces son los ponentes: tratamos de tener un ciclo de ponencias que interese a los apicultores, que es algo que también hacen en el resto de ferias compañeras que hay en España y por las que también tenemos afición y cariño. En Meliza no competimos con el resto de ferias, sino que tratamos de hacer nuestro trabajo lo mejor posible pero, obviamente, también queremos que al resto le vaya bien, porque si las ferias en España van bien, nos va bien a todos. Pero es cierto que, al final, tratamos de ir a buscar el experto a donde está y para eso hacen falta recursos. Y, claro, traer expertos de gran calado nos pone en otra posición.
Si la feria es la mejor, lo veremos en los próximos días. La verdad es que ponemos toda la carne en el asador y le ponemos muchísimas ganas.

Además de una feria para apicultores, también es una feria para público en general. ¿Qué va a encontrar el visitante que no es profesional o apicultor?

Tratamos de organizar las cosas para los apicultores. Son nuestro objetivo y nuestros desvelos los llevan ellos. Pero es cierto que no podemos obviar que no estamos en una provincia donde haya un millón de apicultores. No los hay en España. Y también queremos hacer que participe de la miel toda la población. Y en este sentido queremos que vengan los zamoranos, queremos que vengan a vernos los castellanoleoneses, que puedan traer a sus hijos. Y por ese mismo motivo hay una serie de talleres y una serie de actividades y también una serie de estands destinados principalmente al público en general.
Van a poder probar en el Túnel de la Miel las principales mieles de la provincia y en los estands van a poder adquirirlas aquellas que más le hayan convencido previamente. Y, después, hay un montón de actividades para niños, talleres de telas enceradas, talleres de velas, talleres de juegos destinados o directamente enfocados desde la apicultura. Porque hay que ser conscientes de que son el futuro y que nosotros queremos que siga habiendo apicultores dentro de 40 años. Entonces, esa es nuestra pretensión: que muchos de esos niños que vienen hoy dentro de 40 años tengan colmenas y sean apicultores profesionales.

¿Qué volumen de expositores y público espera la organización?

En cuanto a volumen de expositores, pasamos de 80 expositores. Y de público, si conseguimos los 20.000 visitantes que hemos tenido en las dos ediciones anteriores, nos damos con un canto en los dientes. Son cifras muy altas, muy importantes, para una feria que se hace en una provincia pequeña como la nuestra. Seguramente, sea la mayor de toda la Península Ibérica en cuanto a participación. Si conseguimos las mismas cifras, encantados.

Francisco Alonso director de Meliza 2024

Francisco Alonso, con sus colmenas.

¿Qué destacaría del programa de charlas y conferencias de este año? ¿Qué es lo más llamativo?

En cuanto a las charlas y ponencias, pues, obviamente, Lucas Martínez, presidente de la Sociedad Argentina de Apicultores, presidente también, por el momento, de FILAPI, la Federación Internacional Latinoamericana, y miembro de Apimondia, que ha sido vicepresidente de Apimondia durante dos o tres mandatos. Va a ser alguien que va a tener mucho que aportar, una visión de mundo: conoce la apicultura en China, tiene otras visiones de la apicultura que a nosotros se nos escapan, y va a ser un placer escucharle y hablar del mercado de la miel y de otros sistemas de producción.

Y Nuria Morfin, obviamente, como gran especialista del sector, es alguien que viene recomendada por Jeff Pettis y por el propio Ernesto Guzmán, que ya estuvieron el año pasado. Y, cuando dos ponentes coinciden en que una persona del mundo de la investigación tiene mucho que aportar, no nos cabe la menor duda que así va a ser. Es una comunicadora que nos va a venir a hablar siempre de ese tema tan interesante para los apicultores como es la varroa y por dónde van los tiros, cuál es la situación actual, tipos de manejos, etc. A lo que también va a contribuir uno de nuestros apicultores de referencia en España, que es Juan Carlos Merino, que probablemente es de uno de los apicultores que más tiempo dedican a estudiar, aparte de la labor apícola, y después a compartir. La verdad es que Juan Carlos es casi autodidacta en cuanto a la investigación y es un hombre que siempre está dispuesto a compartir las cosas que ha leído y ha estudiado.
Y después, la velutina, que nos preocupa muchísimo. Lo hacemos un poco en clave interna, porque el año que comienza, 2024, va a ser el año de la velutina en Zamora, puesto que ya la tenemos asentada prácticamente en toda la provincia y creemos que va a ser el año de la gran expansión y de ahí que tengamos a dos grandes expertos, Ana Diéguez Antón, que aparte desciende de Zamora, es zamorana del Valle de Vidriales, y viene desde el Campus de Orense, que pertenece a la Universidad de Vigo. Ana acaba de terminar su doctorado con una investigación muy potente sobre el tema de la velutina y viene a contarnos sus conclusiones. Y el domingo por la tarde, a Lolo Andrade, que es, sin más, el hombre antivelutina más conocido de España, el terror de la velutina, como se le ha presentado históricamente, y que no podemos dejar de contar con él. Queremos que le cuente a nuestros apicultores las últimas novedades, las últimas tecnologías y cuáles de esas cosas de toda la vida siguen funcionando.



¿Se queda fuera algún tema que les habría gustado incluir en la programación?

Tenemos interés en poder comenzar, antes o después, a tener contacto con las antípodas. La pretensión, ya llevamos dos años pensando esto, es comenzar a traer a ponentes y apicultores de Australia, de Nueva Zelanda, que puedan contarnos cómo se trabaja, puesto que podemos enfrentarnos a una situación muy parecida en unos años, a zonas que se encuentran al otro lado del mundo y con las cuales podemos empezar a compartir clima en cualquier momento. Entonces, si tuviéramos que remarcar algo sería eso, empezar a contar con apicultores y componentes de las antípodas.

¿Cómo se configura un programa como este? ¿Dónde están las dificultades?

Con respecto a las dificultades, creo que la principal de todas es querer mejorar cada año. Tratar de que Meliza sea distinta y sea mejor que el año anterior es nuestro principal reto. A mí, desde luego, es lo que más me quita el sueño, porque, al final, innovar o tratar de ir en cabeza, exige mucho atender a cómo trabajan las otras actividades que se hacen en el sector, ya no sólo en España, sino también a nivel internacional.
Por ejemplo, fijarnos en cómo funciona Apimel, cómo funciona Simapi, cómo funciona Apimondia… Intentar tomar idea de cuál es el camino que llevan y mejorar. Creo que al final esa es la peor de todas las tareas y, sin duda, la más ingrata.

organizadores de Meliza 2024 durante la presentación de la feria

Una imagen de la presentación de Meliza 2024.

 

Cada vez hay más firmas internacionales entre los expositores de Meliza. ¿Cómo evalúa el impacto internacional que va tomando la feria?

Con respecto al impacto internacional que va teniendo la feria, es muy llamativo el hecho de que cada año, y realmente con un año largo de antelación, se pongan en contacto con nosotros empresas de medio mundo. Ya hay empresas de China con las que este año hemos estado hablando a través de correo electrónico y que se muestran interesadas en la feria y en venir, y que es muy probable que en la próxima edición ya tengamos con nosotros. Como así fue con varias empresas de distintos países que ahora ya están en Meliza y que hace un año nos escribieron. Y sucede que no siempre los visados llegan a tiempo, estas cosas hay que hacerlas con tres o cuatro meses de antelación. Cuando hablamos de fuera de Europa, los visados se complican y se alargan. Aun así, el hecho de que desde países tan lejanos como China nos escriban interesándose por la feria indica que realmente es que las cosas no se están haciendo mal del todo y que tenemos que seguir en esa línea.

En la misma medida, Meliza se consolida ya como una referencia para la apicultura española. ¿Sienten que los apicultores españoles piensan ya en Zamora cuando se habla de ferias apícolas?

No lo sabemos, no podemos responder a eso, aunque lo cierto es que me gustaría y nos gustaría que así fuera y que cuando se habla de una feria grande, importante, donde acudir sí o sí todos los años, pues se pensara en Meliza y se pensara en esta zona noroeste, un poco abandonada y dejada de la mano de Dios, cada vez con menos población, pero que en el plano apícola todavía tiene mucho que decir y se reivindica.

¿Hay compromiso por parte de las instituciones? ¿Qué le pedirían desde al Feria a los diferentes gobiernos?

Sí, tenemos un compromiso muy definido por parte de la Diputación de Zamora desde el año 2018, cuando comenzamos esta andadura y, personalmente, un compromiso del presidente Javier Faúndez, que siempre ha estado implicado con el tema de la apicultura y ahora, como presidente de la Diputación, pues muchísimo más. En ese sentido, nos sentimos muy tranquilos y creemos que la existencia de Meliza está prácticamente asegurada.
¿Qué les pediríamos? A nuestro Gobierno central, que es con quien deberíamos hablar este tema, que defienda a los apicultores españoles. Tenemos el mismo problema que tiene todo el campo y es que, entra material, entra producto, miel en nuestro caso, en desigualdad de condiciones con respecto a nosotros, con menos exigencias, con muy pocos controles o con controles que muchas veces son raquíticos o minúsculos con respecto al origen o la autenticidad de la miel, que es, al final, donde tenemos el programa. Somos conscientes, lo es la Comisión Europea, de que entra una gran cantidad de producto desde el extranjero, concretamente desde algunos países que es factible o que es posible que esté adulterado y ahí es donde tiene que implicarse Europa y donde tiene que implicarse el país. No lavarse las manos y decir a ver qué es lo que pasa aquí, es lo que pedimos.

 



La apicultura zamorana destaca por la premiada calidad de sus mieles. ¿En qué situación están los apicultores zamoranos?

Efectivamente, venimos de unos años que los apicultores y las mieles zamoranas están recibiendo muchísimos reconocimientos, y en ese sentido creo que los apicultores se sienten reconfortados. Pero, al final, la situación en la que estamos es la misma que la del resto de los apicultores del país. Producimos una miel de altísima calidad, igual que producen otras muchas provincias de España, donde no hay cultivos, donde no se aplican tratamientos, donde el campo se desarrolla a sus anchas y donde prácticamente no hay interferencia humana. No podemos decir que nuestras mieles sean mejores que esas. En España producimos grandísimas mieles, probablemente de las mejores del mundo, y el problema que tenemos es que, al final, todos los productores que se dedican a la venta a granel ven cómo los precios por los que se están comprando sus mieles son realmente ridículos y muchas veces no llegan a fin de mes. Ese es el problema que nos afecta a todos y que muy mucho es responsabilidad del Gobierno y de Europa para poner una solución.

Desde la dirección de una feria como Meliza se ve todo el panorama apícola español con claridad: ¿Qué le falta a nuestra apicultura para tener la importancia mundial que debería tener por volumen de colmenas y producción?

Creo que lo primero es ser conscientes de que la imagen es importante. No peleamos lo suficiente por nuestra imagen, no nos gastamos lo suficiente en diseño, y es importantísimo. Aparte de tener un producto de calidad, que es un producto de calidad, hay que mostrarlo como corresponde. Si tenemos una miel que creemos que es buena, tenemos que pagarle a un diseñador. No nos vale hacer unas etiquetas de cualquier manera y salir del paso, sino que tenemos que ser razonables en esto. Igual que hay expertos en apicultura, pues también hay expertos en diseño y tener un buen equipo de diseño es fundamental.
En segundo lugar, las redes sociales y la prensa. La difusión de nuestra apicultura, y en el caso de las ferias, también es importantísima.
En tercer lugar, tenemos un problema siempre con el idioma, tenemos que quitarle el miedo a esto. Recientemente acabamos de solicitar la entrada en Apimondia desde Apis Durii: nos lo ha aprobado el Consejo Rector y estamos pendientes ya solamente de la ratificación en la Asamblea General en Copenhague, en el año 2025, para formar parte de la organización. Y, claro, nos damos cuenta de que en Apimondia prácticamente no hay organizaciones españolas, no sé si estamos tres o cuatro organizaciones, no hay nadie más. En ese sentido, creo que tenemos mucho miedo a salir fuera. No es una cuestión de chovinismo, de prepotencia por encima de los demás, sino que realmente venimos de un par de siglos en los que los españoles estamos como escondidos. Nos da vergüenza decir que somos españoles. A algunos, obviamente no a todos. Creo que es desde el desastre del 98, la guerra hispano-estadounidense, que fue un palo muy grande para España en general. Desde esas fechas, tengo la opinión personal de que tendemos a hacernos de menos en todo, también en la apicultura. Entonces vemos ridículo que un presidente del Gobierno de nuestro país ponga los pies encima de una mesa en Estados Unidos y también vemos ridículo que alguien intente presidir la Comisión Europea y también vemos ridículo tratar de organizar Apimondia. No, no son así las cosas. Está claro que el mundo no va solo. Las leyes no se escriben solas. Siempre hay alguien por detrás y obviamente nuestra labor como apicultores en este sentido está en tratar de estar en esos sitios, en exigir, en estar presentes, en tratar de orientar todo lo que pasa en Europa y en el mundo con respecto a la apicultura.
También a nuestros intereses porque son legítimos. Un interés económico no es algo malo, no es ser vendedor, no es una cosa peyorativa. Igual que ser ganadero o ser agricultor tampoco lo es. Estamos produciendo, estamos generando economía. Muchas veces decimos que necesitamos vivir, pero no solamente vivir, es que estamos aquí para vivir y con nuestra empresa para poder obtener recursos económicos, recursos que a su vez vamos a gastar en otras cosas. En fin, es una cuestión principalmente de planteamiento y de forma de ser. Y creo que en España en ese sentido le tenemos mucho miedo al extranjero.

cartel de Meliza 2024

Cartel de Meliza 2024.

¿Qué están pensando ya para Meliza 2025?

Para Meliza 2025, lo primero es que tengamos un presupuesto firme de aquí a unos meses. Lo segundo es que tenemos que seguir trabajando en la internacionalización de la feria y seguir poniéndola en el mapa, en ir buscando nuevos ponentes. Nos interesa mucho la zona de las Antípodas, Australia y Nueva Zelanda. También seguir estrechando lazos con nuestros compañeros hermanos prácticamente de Hispanoamérica y poner así la apicultura española en el mundo. Aunque la repercusión y mucho de nuestro trabajo lo hacemos por los apicultores zamoranos, realmente cuando hacemos estas cosas las hacemos por todo el país, por toda la sociedad que nos rodea. También por la portuguesa que estamos al lado de la frontera, que tenemos muchísimos compañeros y amigos del norte de Portugal, del distrito de Braganza y por los que también nos inspiramos para tirar de esto para delante, porque al final, es algo que es positivo para todos.
Tenemos una tarea muy grande, que es concienciar a los consumidores aquí y en cualquier otro país del mundo, de lo importante que es exigir mieles siempre nacionales, siempre cercanas, de los apicultores locales que, al final, van a llevar un precio que el apicultor va a agradecer, porque va a poder vivir con dignidad, al contrario de muchas de las situaciones que vemos ahora, con gente regalando su producto porque necesita comer y no le preocupan las inversiones, no le preocupa pagar la hipoteca, le preocupa directamente poder tener recursos para pagarle los estudios a sus hijos y llevarse un trozo de pan a la boca.

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Meliza 2024 abre sus puertas el próximo viernes, 16 de febrero. Es la cita más importante de la apicultura española y empieza a cobrar una fuerte dimensión internacional. Apicultura y Miel participa este año como medio oficial de la feria.

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