Modificado por Redacción

alimentador para colmenas en una colmena

Un alimentador de botella, sobre una entretapa. Foto: Jason Riedy, en Flickr.

Entre los más accesorios más habituales en el manejo apícola están los alimentadores de colmenas. Son fundamentales en la apicultura actual, que requiere el empleo estratégico de la alimentación artificial. Sin embargo, no todos son iguales. Analizamos los diferentes modelos de alimentadores para abejas, sus ventajas y desventajas.

Alimentar las abejas es ya una rutina más del manejo en la apicultura actual. Hay alimentación de mantenimiento, de emergencia, de estimulación… Y siempre es necesario algún tipo de recipiente para aportar el alimento a las abejas. Por eso, los alimentadores para colmenas son tan habituales en la apicultura actual y los apicultores los utilizan casi constantemente.

En este reportaje analizamos los principales tipos de apicultores para colmenas, sus ventajas y desventajas y sus características. Sigue leyendo para descubrir qué alimentador es más interesante en tu manejo apícola.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO
1 – Qué son y para qué se utilizan los alimentadores de colmenas
2 – Tipos de alimentadores de abejas: ventajas e inconvenientes
3 – Alimentación abierta en el exterior
3– Bibliografia empleada

En el mercado hay una gran variedad de alimentadores de abejas, aunque también se pueden utilizar sistemas de alimentación artesanales y fabricados por el propio apicultor. Sin embargo, no todos ofrecen los mismos resultados. Por eso, conviene conocer bien qué aporta cada uno.

1 – Qué son y para qué se utilizan los alimentadores de colmenas

La alimentación artificial se ha convertido en una herramienta imprescindible en la apicultura actual. Es básica para llevar a cabo muchos manejos, como la cría de reinas o la confección de núcleos o paquetes de abejas. Además, resulta fundamental en momentos en que las colmenas requieren ayuda para encarar situaciones complicadas de hambre y debilidad de las colmenas. Así, hay alimentación orientada a la preparación del otoño, a la superación del invierno y, sobre todo, alimentación estimulante para arrancar la campaña en primavera. Otras veces, la alimentación es un vector para suministrar medicación a las abejas en tratamientos contra muchas enfermedades apícolas, como en la loque americana, por ejemplo.

En cualquiera de estos manejos, la alimentación requiere de un cierto equipamiento para llevarse a cabo con eficacia y seguridad. Ese equipamiento lo constituyen mayoritariamente los alimentadores de colmenas, implementos pensados para administrar alimento a las abejas.

Los alimentadores de abejas son útiles que permiten ofrece a las colmenas alimentación extra de forma controlada y dosificada. No son simples recipientes, sino que tienen una cierta mecánica de funcionamiento y características que los hacen más útiles en unos casos que en otros.

Alimentador para alimentación de las abejas en invierno

Modelo de alimentador de cuadro de tipo Langhstroth.

Los hay de muchos tipos y materiales. Se fabrican en plástico, en madera, en vidrio y hasta en cartón, y pueden ir dentro de la colmena, en el piso de la caja, sobre la entretapa, sobre los panales o por fuera de la colonia. Y, sean como sean, todos deben cumplir estos requisitos fundamentales:

  • Ser estancos: que no pierdan líquido por ninguna parte, de forma que no se produzcan derrames en la colmena.
  • Evitar muertes de abejas: que las abejas puedan entrar y salir fácilmente del alimentador sin quedarse atrapadas de ninguna forma.
  • Permitir dosis grandes: generalmente, las colmenas requieren cantidades de alimento importantes, que pueden pasar de los dos kilogramos.
  • Impedir el pillaje: el alimentador evitará que abejas ajenas a la colmena puedan robar alimento y reservas de la colonia.
  • Facilitar el acceso de las abejas al alimento: que las abejas encuentren con facilidad la forma de hacerse con el suministro alimenticio.

2 – Tipos de alimentadores de abejas: ventajas e inconvenientes

Aunque puede haber muchas variantes y opciones, estos son los principales tipos de alimentadores para apicultura:

Alimentadores externos: de techo o entretapa

Son probablemente los más utilizados y conocidos. Son recipientes que se colocan sobre la entretapa de la colmena, que muchos modelos de colmenas tienen entre los panales y la tapa exterior y suele llevar un orificio por el que las abejas acceden a ese espacio y que se puede cerrar. La principal ventaja que ofrecen es que no es necesario abrir la colmena para suministrar la comida, lo que evita enfriamientos a las colonias. A cambio, la comida está más lejos de las abejas, lo que puede ser un problema en épocas de mucho frío.

Estos alimentadores de techo, a su vez, pueden ser de dos tipos: recipientes pequeños o grandes alimentadores que ocupan toda la superficie de la entretapa.

Los alimentadores pequeños suelen ser redondos o cuadrados, con una capacidad que va del litro a los dos litros. Generalmente tienen el acceso por el fondo, con un vaso invertido que permite que las abejas entren por debajo del alimento y suban hasta el lugar donde pueden recogerlo, protegidas por una barrera de plástico. Se colocan sobre el agujero de paso y se cierran con una tapa que impide el acceso de hormigas o abejas pilladoras.

abejas dentro de un alimentador para colmenas

Abejas en un alimentador circular de entretapa. Foto: Nick O’Doherty, en Flickr.

Estos alimentadores más pequeños tienen la ventaja de que son fáciles de recoger y de almacenar y se transportan sin problemas. En cambio, no se pueden utilizar en colmenas que no lleven entretapa, como sucede con las Layens o algunos modelos de Langstroth. Además, no ofrecen mucha capacidad, con lo que las abejas terminan rápido el alimento. Y no funcionan bien con alimento sólido, están más orientados a los jarabes y alimentaciones líquidas.

Los alimentadores de techo o entretapa más grandes están pensados como si fueran una tapa más de la colmena. Tienen el mismo tamaño que las cajas, con lo que se pueden colocar directamente por encima de los cuadros, sin necesidad de mantener la entretapa.

Estos alimentadores suelen ser de plástico o de madera y tienen una zona por la que entran las abejas al compartimento -o compartimentos- del alimento. Su gran ventaja es la capacidad: pueden contener más de cuatro litros de comida, con lo que las dosis duran bastante más tiempo y el apicultor no se ve obligado a rellenar tan rápido. Además, los que tienen más de un compartimento permiten suministrar alimentos diferentes: a un lado líquidos y al otro, sólidos.

alimentador de entretapa uno de los modelos de alimentadores para colmenas

Alimentador de bandeja sobre una colmena. Foto: Maja Dumat, en Flickr.

Por el lado de las desventajas, encontramos que los alimentadores tan grandes pueden tener más alimento del necesario, lo que puede llevar a que la comida fermente si las abejas no la consumen.

Los diferentes modelos industriales de alimentadores grandes de techo o entretapa parten del diseño original de Miller, que tiene el tamaño de una media alza, aunque hoy en día los ofrecen fabricantes como Nicot o Lyson y otros muchos en variedad de formatos y modelos.

Algunos de estos alimentadores de techo se han adaptado a las características de las colmenas Layens, que no tienen entretapa. Son recipientes de muy poca altura pero bastante capacidad que se colocan directamente sobre los cabezales de los cuadros Layens. Generalmente, los alimentadores para colmenas Layens son una caja de plástico sobre la que flota una rejilla desde la que se alimentan las abejas”. También se han desarrollado alimentadores de techo para núcleos, pensados especialmente para las cajas portanúcleos, que tampoco suelen llevar entretapa.

Alimentadores externos: de piso o suelo de la colmena

Menos conocidos son los alimentadores de suelo para colmenas. El más frecuente se denomina alimentador de tipo Alexander, por el nombre de su inventor. Básicamente, es un cajoncito de madera estanco que entra y sale de la base de la colmena, del pie. Las abejas acceden al alimento desde el piso de la colmena.

Las ventajas de este dispositivo tienen que ver con la seguridad: nunca habrá derrames en el interior de la colonia. Por el lado de los inconvenientes, el manejo es más incómodo y, además, choca con la utilización de fondos sanitarios, porque ocupan el mismo espacio.

Alimentadores de colmenas de panal o cuadro: alimentadores interiores

Una alternativa muy utilizada son los alimentadores internos, que se colocan ocupando el lugar de un panal. En realidad, es un recipiente plástico o de madera, una gran bandeja de bordes altos, que se ubica en la misma posición de un cuadro y lleva unas pestañas para colgare igual que los panales.

Los hay de muchos modelos y formatos, con una diferencia fundamental: la capacidad. Los más pequeños ofrecen poco más de medio litro, mientras que los hay tan grandes que admiten hasta siete litros y medio de capacidad y ocupan el espacio de dos marcos.

Estos alimentadores interiores tienen una gran ventaja: acercan el alimento a las abejas, algo muy importante cuando la colonia está muy débil o hace mucho frío. A cambio, también tienen inconvenientes. El primero es que, cuando se utilizan con alimento líquido, introducen humedad en la colmena, algo que puede resultar problemático en algunos climas. Además, también con líquidos, suelen ser más peligrosos para las abejas, poque se ahogan fácilmente. Para evitarlo, algunos modelos llevan una malla plástica dentro que sirve de “escalera” a las abejas, pero, aun así, muchas perecen encharcadas.

Otra desventaja es que requieren un espacio en la colmena, especialmente en la cámara de cría, lo que implica trabajar con un panal menos.

un hombre rellena un alimentador para colmenas

Apicultor, rellenando un alimentador de cuadro interior. Foto: Kris Fricke, en Flickr.

Alimentadores de abejas sobre los cuadros: bolsas de plástico

Colocar el alimento directamente sobre los panales es una opción que prefieren muchos apicultores. Sin embargo, no todas las colmenas tienen espacio sobre los cuadros para que entre un alimentador, así que muchos optan por emplear bolsas de plástico.

Para ello, se emplean bolsas de pared muy fina: 100 galgas de espesor. Se rellenan con medio litro o un litro de alimento y se colocan sobre los panales. Al ser flexibles, se adaptan al espacio que queda sobre los cuadros. Solo queda pinchar finamente las bolsas con un alfiler y dejar que el alimento empiece gotee un poco. Las abejas se encargarán de vaciar la bolsa e, incluso, de trocearla y sacarla al exterior cuando esté vacía.

La gran ventaja de este sistema de trabajo es su precio: las bolsas son muchísimo más baratas que los alimentadores. Además, se colocan directamente sobre las abejas, con lo que tienen que hacer menos esfuerzo para consumir el alimento. Finalmente, las bolsas son también útiles para administrar tortas proteicas de polen elaboradas por el apicultor.

bolsa de alimento sobre panales de una colmena

Una bolsa de plástico con alimento sólido. Foto: Ajr595,. en Flickr.

Por otro lado, tienen inconvenientes notables. El primero, la incomodidad de manejar las bolsas, más difíciles de llenar y cerrar. Después, la cantidad: por su tamaño, las bolsas no admiten grandes dosis de alimento. Y, finalmente, el riesgo de que se rompan y derramen el alimento dentro de la colmena.

Alimentadores de colmenas externos: de piquera

Muchos apicultores prefieren trabajar con alimentadores externos: se colocan fuera de la colmena, evitando tener que abrirlas para alimentarlas. Los más conocidos son los alimentadores de tipo Boardman, o alimentadores de piquera. Constan de una botella que se llena con el alimento y se sitúa sobre una base que, a su vez, va sujeta a la piquera de la colmena.

La idea es que la botella libera el líquido a demanda de las abejas. Para eso, la tapa de la botella está perforada y, a medida que las abejas “tiran” del contenido, lo va liberando.

Es un sistema con importantes ventajas. Además de no tener que abrirse la colmena para alimentarla, el sistema no tiene derrames, evita el pillaje, no produce ahogamientos y se puede utilizar incluso en colmenas que estén flejadas y no se puedan abrir. Otra ventaja es que son muy sencillos de construir de forma artesanal. La FAO ofrece las instrucciones para elaborar un alimentador de piquera en casa.

En cambio, el inconveniente es la capacidad: generalmente, las botellas o botes utilizados son de un litro o litro y medio como mucho.

colmenas con alimentadores para alimento estimulante para las abejas en primavera

Los alimentadores exteriores son una de las muchas soluciones para administrar el alimento. Foto: S.Zelov, en Flickr.

3 – Alimentación abierta en el exterior

Otra solución para alimentar a las colmenas es ofrecer comederos exteriores abiertos para que las abejas vaya a ellos y tomen allí el alimento.

Hay de dos tipos: dispensadores de polvo y bidones abiertos.

Alimentador para alimento en polvo (exterior)

Los alimentadores que dispensan alimento en polvo son muy empleados en Estados Unidos, donde es muy frecuente ofrecer a las abejas sustitutos del polen. Se trata de dispositivos parecidos a los comederos de las gallinas: pequeñas tolvas que dejan salir el polvo que contienen a medida que es consumido.

Este tipo de accesorio es interesante para ofrecer grandes cantidades de sustitutos proteínicos del polen en los apiarios y suplementar a la vez a todas las colmenas. Ahorran trabajo y tiempo, pero también permiten que abejas de otros colmenares se aprovechen de la comida disponible.

Alimentador abierto: bidón de jarabe

Lo mismo sucede cuando se alimenta con bidones de jarabe abiertos en el exterior. Es un método sencillo y poco trabajoso para el apicultor, pero alimenta gratis a todas las abejas de los alrededores.

Además, al ser un foco de atracción para abejas desconocidas, es también un punto de contagio de enfermedades. Las abejas se amontonan en esos bebederos y se contagian unas a otras las patologías.

Por último, aunque se coloque sobre el jarabe todo tipo de elementos flotantes, es imposible evitar la muerte de cientos o miles de abejas ahogadas y aplastadas. Por tanto, esta técnica de alimentación está totalmente desaconsejada.

4 – Bibliografía empleada

Biri, Melchiorre & Prats, Carmen (1988) El gran libro de las abejas.Barcelona: Editorial de Vecchi.

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Jiménez, Emilia (2017) Manejo y mantenimiento de colmenas. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

Philippe, Jean-Marie (2008) Guía del apicultor. Utilizable en todas las regiones apícolas del mundo. Barcelona, Omega.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

 Salvachúa, Carmelo & Robles, Elena (2007) Gestión zootécnica del vigor de las colonias de abejas. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Libros para saber más sobre apicultura

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies