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apicultor preparando un test de varroa

Las abejas deben agitarse con el azúcar en polvo.

Mantener controlada la varroa es imprescindible en la apicultura actual. La mejor forma de hacerlo es realizar test de varroa, exámenes muy sencillos que todo apicultor debe conocer y saber cómo se llevan a cabo para detectar la presencia de los ácaros lo antes posible y tomar medidas.

Varroa es, sin duda, el peor enemigo de la apicultura de nuestros días. Su alta prevalencia en los colmenares hace que las cosechas se resientan y las campañas apícolas no tengan los resultados esperados. A falta de un remedio definitivo contra esta enfermedad, los apicultores están condenados a tratar a sus abejas contra ella de forma sistemática. Sin embargo, tan importante como un buen tratamiento es un diagnóstico temprano. Para detectar cuanto antes la presencia de los ácaros en las colmenas se han desarrollado diferentes test de varroa, que complementan a los test de comportamiento higiénico.

En este artículo explicamos qué son los test para detectar la varroa, cómo se utilizan, cómo se interpretan sus resultados y qué otras alternativas existen. Sigue leyendo para descubrir los mejores métodos para frenar el ataque de la varroasis en tus apiarios.

Antes de empezar a hacer test, lo primero es conocer bien al enemigo.

1 – Qué es la varroa, el enemigo implacable de las abejas

Varroa destructor es el nombre de un ácaro que se ha convertido en el peor enemigo de las abejas junto con el cambio climático. Se trata de un ser vivo diminuto que tiene apenas 1,8 mm de largo y no más de 2 mm de ancho. Ovalado y con unas patas mínimas, es reconocible por su color rojizo oscuro.

Este ácaro es originario de las abejas asiáticas. Allí, parasita a la Apis ceranea, una abeja de gran tamaño que ha aprendido a convivir con este problema. A mediados del siglo XX, con el comercio internacional de abejas y productos apícolas, empezó a extenderse por todo el mundo, convirtiéndose en una plaga en los años 80, cuando llegó a España y otros países de Europa Occidental. Hoy está en todo el mundo, excepto en regiones muy aisladas y en Australia, donde todavía no ha logrado entrar, aunque sí en Nueva Zelanda.

Un ácaro de varroa sobre una larva de obrera

Varroa sobre una larva.

Expandida de forma uniforme por todas las zonas apícolas, la varroa está presente de una manera más o menos grave en todos los colmenares y en todas las colmenas. Salvo raras excepciones capaces de desarrollar algún tipo de resistencia, la gran mayoría de colonias padece esta infestación. En la apicultura doméstica, los apicultores mantienen a raya a los ácaros con tratamientos veterinarios, pero entre las abejas silvestres ha causado una destrucción casi total.

Cuando entra en la colmena, el ácaro inicia un ciclo vital muy rápido en el que se suceden dos fases: una de reproducción, que tiene lugar en las celdillas de cría. Allí, las varroas ponen sus huevos y nacen las crías, que se alimentan de las larvas. Los machos de la especie vivirán siempre en las celdillas, pero las hembras saldrán al exterior, e incluso saldrán fuera de la colmena.

Para ello, entran en una nueva fase que se denomina forética. En esta etapa, los ácaros de varroa se suben a las abejas y las parasitan, chupándoles las partes grasas del cuerpo.

Esa parasitación causa la varroasis, una enfermedad que se manifiesta en una pérdida de masa corporal y, sobre todo, de proteína. Las abejas infestadas pierden fuerza paulatinamente. Muchas nacen ya afectadas, con las alas deformes y otros problemas que las incapacitan para trabajar. Cuando la infestación de la colonia es alta, las larvas mueren incluso antes de nacer.

Poco a poco, la colmena se debilita y, si el apicultor no detecta el problema a tiempo, morirá.

2 – ¿Qué son los test de varroa?

Para no perder colmenas por culpa de varroa, hay dos estrategias fundamentales. La primera es aplicar los tratamientos adecuados en los momentos precisos. La segunda, hacer test de varroa continuamente. O, al menos, en los periodos clave: inicio de la temporada, plena campaña (verano) y al final de la campaña.

Los test de varroa son pruebas de campo diseñadas para hacer exámenes rápidos y estandarizados a las abejas. El objetivo es obtener resultados en pocos minutos y poder transformar esos resultados en datos comparables y acumulables.

Los principales tipos de test de diagnóstico de varroa utilizan una cantidad concreta de abejas. De esa forma los números son siempre iguales y con estas medidas y cálculos, es fácil comparar unas colmenas con otras, tomar referencias, hacer un seguimiento y establecer indicadores que activen medidas de respuesta, como tratamientos de emergencia.

Por eso, todo apicultor debe saber hacer test para detectar la presencia de varroa. Es muy importante tener la disciplina de hacerlos periódicamente y con método, sin fiarse de las apariencias. Muchos apicultores se fían de su vista y confían en detectar los ácaros durante las revisiones rutinarias. Este sistema es el peor: varroa puede estar infestando la colmena de manera masiva y no mostrarse de forma clara hasta que ya es demasiado tarde y la colonia está condenada.

apicultor tratando una colmena contra varroa

Un apicultor, tratando una colmena contra varroa.

3 – Tipos de test de varroa: cuáles son y cómo se utilizan

Ahora mismo, existen varios tipos de test de varroa. Unos más artesanos y otros más sofisticados y comerciales. Lo importante es decantarse por uno y dominarlo bien, de forma que los resultados sean homogéneos y comparables.

Los principales tipos de test de varroa son estos:

Test varroa azúcar

Seguramente es el más conocido de todos los exámenes de diagnóstico para detectar varroa. Se trata de una forma de trabajar rápida y simple. Para hacerlo, se necesitan:

  • Un bote de cristal o plástico con una tapa de rejilla, por ejemplo, de malla metálica.
  • Cien abejas (o el número que se quiera, pero siempre el mismo).
  • Azúcar en polvo, azúcar flor o azúcar glas.
  • Una bandeja blanca de plástico o un recipiente similar
    un apicultor preparando un test de varroa

    Un apicultor prepara un test de varroa.

Se barren 100 abejas del interior de la colmena al bote, preferentemente de un panal de cría para que haya nodrizas y abejas jóvenes, además de pecoreadoras. La primera vez, se marca la altura que ocupan esas 100 obreras, de tal forma que en siguientes ocasiones no sea necesario contarlas.

Se añade una cucharada grande de azúcar glas y se cierra el bote. Se agita fuertemente el bote, de manera que las abejas queden impregnadas del azúcar. Después, se vuelca sobre la bandeja y se deja boca abajo unos minutos, de tal forma que los ácaros, al desprenderse de las abejas, puedan caer fuera del bote por la rejilla. Al terminar, las abejas se pueden devolver a la colmena sin problema.

Cuando han salido las varroas, se cuentan y se calcula el porcentaje de infestación. Si se han utilizado 100 abejas y han salido, por ejemplo, 3 ácaros, se considera un porcentaje de infestación del 3 por ciento. Hay que tener en cuenta que es un método intuitivo y que la cifra siempre será aproximada. Además, no caen todos los ácaros, a menudo solo se desprende un tercio de los que tienen las abejas, con lo que es necesario corregir los números para que sean más exactos.

Los autores discrepan en señalar cuál es el índice que dispara las alarmas. Unos hablan del 3 por ciento, otros del 5 por ciento. La realidad es que una colmena que tiene un 2 por ciento, si no se trata, tendrá ya un 6 por ciento al mes y, pasados 30 días más, tendrá ya un 12 por ciento. Por tanto, ante una parasitación del 3 por ciento, ya conviene ponerse en guardia para que el problema no sea peor.

Además, es necesario considerar que no todas las abejas tienen la misma cantidad de varroas, por lo que conviene extrapolar los datos para comprenderlos mejor. Así, si se han utilizado abejas adultas para la prueba, hay que pensar que por cada varroa que hay en las obreras, habrá tres ácaros en la cría de obrera y hasta diez en la cría de zánganos. Esto da una idea de lo importante que puede ser la parasitación.

Test de varroa con alcohol o jabón

Otra prueba de campo muy utilizada emplea alcohol o agua con jabón en lugar de azúcar. El procedimiento es el mismo y se utilizan los mismos elementos, salvo el azúcar.

Se toma un centenar de abejas y se meten en un bote con agua con jabón o con alcohol diluido al 50 por ciento. Se cierra el frasco y se agita unos minutos. Después, se filtra el agua por una malla que permita pasar las varroas y se recoge en un recipiente claro que permita ver los ácaros muertos. El proceso de conteo y cálculo del porcentaje de infestación será el mismo.

En este caso, las abejas mueren, con lo que es un sistema menos recomendable que el que utiliza azúcar. La mortalidad es mayor con el alcohol, porque utilizando jabón, lavavajillas o detergente, sobreviven más.

En el mercado ya hay útiles pensados para llevar a cabo estos test de varroa con azúcar o con agua con jabón o alcohol. Se trata de botes específicamente diseñados para ello, con la cantidad de abejas marcada y con una rejilla adecuada.

test de varroa comercial en manos de un apicultor

Un test de varroa comprado. Foto: Veto Pharma Blog.

Varroa: test de CO2

También se puede comprar otro tipo de test basado en el uso de CO2, dióxido de carbono. La idea es parecida a las anteriores: se introduce un centenar de abejas en el dispositivo, que tiene forma de bote de plástico transparente. Con una bomba se introduce CO2, un gas que duerme a las abejas y las varroas. Al dormirse, se desprende de las abejas y caen por una rejilla a un doble fondo donde pueden ser contadas fácilmente. Las abejas se despiertan pasados unos minutos y no sufren ningún efecto secundario.

Este sistema, aunque más caro, es mucho más rápido y limpio: no requiere engorrosas mezclas de agua y jabón, ni azúcar en polvo.

4 – Otras formas de detectar la varroa

Además de estos test de varroa, hay varias formas más de advertir la presencia de la varroa. Algunas son más eficaces que otras y, en general, requieren mucha experiencia para identificar bien los síntomas y no dejarse llevar por una impresión equivocada. Son estas:

  • Inspección visual. La forma básica de descubrir si hay varroa en una colmena es observar las abejas. Se toman los panales y se miran atentamente para encontrar signos, como las propias varroas sobre las abejas u obreras con deformidades, como alas cortadas o sin desarrollar. Este sistema puede engañar, porque las varroas no se manifiestan muy numerosas en fase forética hasta que la infestación es ya casi insalvable.
  • Fondo sanitario. Otra manera de detectar varroa es utilizar fondos sanitarios. Se trata de un piso con un doble fondo de rejilla. Las varroas que las abejas eliminan, o las que se caen accidentalmente, salen por esa rejilla y van a parar a una bandeja donde el apicultor puede hacer conteos periódicos. Es un sistema fácil, pero no excesivamente fiable.

Varroas muertas en un peine desoperculador utilizado en la técnico de rasca la cría

Ácaros de varroa sobre larvas muertas en un peine desoperculador utilizado en la técnico de rasca la cría. Foto: Monika Fischer.

  • Apertura de celdillas de cría. Dado que varroa se reproduce en las celdillas de cría, es fácil encontrar los ácaros en ellas. Se puede abrir con un cuchillo muy afilado una muestra de unas cien celdillas. Después, se procede a extraer larvas y contar las varroas que tienen. Es mejor hacerlo con celdillas que lleven ya unos días operculadas. Además, esta técnica es mucho más eficaz con celdillas de cría de zángano: varroa tiene predilección por estas larvas y es mucho más fácil encontrar ácaros sobre ellas. La cría de zánganos es un indicador excelente de la presencia de varroa: si está limpia, los niveles de infestación serán muy bajos.
  • Detección de varroa por inteligencia artificial. En los últimos años, la inteligencia artificial va ganando espacio en la apicultura. Proliferan aplicaciones de teléfonos inteligentes que emplean esta técnica para encontrar la reina en los panales o, como en el caso que nos ocupa, para detectar varroa. Estas aplicaciones utilizan las cámaras de los teléfonos para localizar los ácaros, por lo que solo son útiles en fase forética, o en técnicas como la apertura de las celdillas de cría. Algunas de estas apps de test de varroa son Bee Scanning o Varroa Counter.
    test de varroa hecho con una aplicación móvil

    Los teléfonos pueden detectar varroa gracias a una aplicación especial. Foto: Bee Scanning.

A estos métodos se van sumando interesantes novedades, como el registro del sonido de la colmena a la búsqueda de las vibraciones que emiten las varroas para orientarse en su interior. Sin embargo, solo los test de varroas basados en conteo de ácaros son realmente eficaces para determinar la presencia del ácaro y su nivel de infestación. ¿Y tú? ¿Sabes hacer test de varroa? Cuéntanoslo en los comentarios.

5 – Bibliografia utilizada y recomendada

FAO (2021) Método para determinar niveles de varroa en terreno. Disponible en: https://teca.apps.fao.org/teca/pt/technologies/8663

Flores, J.M; Gil, S; & Padilla, F. (2015) Fiabilidad de los principales métodos de diagnóstico de Varroa destructor en colonias de abejas. Archivos de zootecnia. 64 (246). Disponible en:
https://www.uco.es/servicios/ucopress/az/index.php/az/article/view/391

Flores, J.M; Padilla, F; Gómez Pajuelo, A; & Pérez, A. (2007) Diagnóstico de varroa. Vida apícola, 143.

Jean Prost, P. (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

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