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cazadores de miel en Nepal, unas de las mieles más raras del mundo

Cazadores de mil en Nepal.

Te proponemos un viaje por la geografía de las mieles más raras y exclusivas del mundo, productos únicos que se encuentran en lugares remotos y que se cosechan en condiciones únicas. Descubre las mieles más raras.

La geografía de la miel es vastísima. Hay mieles ampliamente extendidas por el mundo y las hay que son específicas de un lugar concreto. Hay mieles que destacan por su sorprendente sabor y las hay que lo hacen por sus cualidades medicinales, como por ejemplo, la de azahar, que es antioxidante. Otras, por su capacidad para alterar el estado de consciencia de quien la consume.

En este artículo, te proponemos un viaje por las mieles más raras del mundo, un recorrido que nos llevará desde el sur de Chile a Turquía, y, desde Nepal, a Florida o los confines más remotos del Océano Pacífico. Un viaje dulce e increíble.

A continuación, descubre algunas de las mieles más raras y exclusivas, con sus propiedades y características. Algunas de estas mieles están también entre las mieles más caras del mundo

1 – Miel de ulmo, el secreto del sur de Chile

La miel de ulmo es propia de las regiones de Los Lagos y los Ríos, en el sur de Chile. Las abejas la obtienen del néctar de las flores de ulmo, un árbol que prácticamente solo crece en esa zona y que también se llama roble de Chiloé o muermo. Se trata de un árbol de gran porte que florece entre febrero y marzo y cuyas flores son muy ricas en néctar.

La miel de ulmo es toda una rareza, precisamente por el hábitat natural de estos árboles, en zonas muy remotas de la cordillera andina. Su aislamiento convierte a la miel de ulmo en una de las mieles más raras del mundo.

abejas en flores de ulmo, una de las mieles más raras del mundo

Abejas en la flor de ulmo. Foto: Cristian Ordenes, en Flickr.

 

En este caso, se trata de una miel de color claro, blanquecina o de un amarillo muy suave. Tiene un perfume intenso y un sabor muy particular. Y, sobre todo, destaca por sus características medicinales.

Se sabe que la miel de ulmo es muy rica en vitaminas y también tiene propiedades antibacterianas y fungicidas notables. Eso hace que su uso esté indicado para tratar quemaduras y úlceras en la piel. Actualmente, se estudian otras muchas cualidades de esta miel única y exquisita.

Por cierto, no es la única miel sobresaliente de Chile, un país muy extenso, con muchas zonas climáticas y una enorme riqueza natural. También destaca allí la miel de Quillay, otro árbol endémico del país andino.

2 – Miel de manglar: la sorpresa de los manglares mexicanos

Los manglares son ecosistemas únicos y muy particulares. Los árboles llamados mangles crecen en zonas pantanosas costeras, en las desembocaduras de grandes ríos, deltas y estuarios marinos de las regiones tropicales. Es decir, en lugares donde las aguas son cálidas y salobres. Los mangles se han adaptado a vivir donde otras plantas no pueden hacerlo, alimentándose de aguas y tierras con altísimos valores salinos.

Esto ha hecho que sus flores produzcan un néctar claramente salado, lo que da lugar a unas mieles únicas, en las que las notas saladas son muy características.

Uno de los países con mayor producción de miel de manglar es México, con más de 655000 hectáreas de manglares y un importante nivel de protección sobre ellas. En esas áreas de manglar, generalmente aisladas e inundadas, trabajan muchos apicultores que a menudo transportan sus colmenas en barcas.

La miel que obtienen de los mangles es de color claro y muy líquida. Destaca por ese sabor un punto salado y por resultar áspera en la boca. También es de sabor cálido, muy tropical y olor frutal.

3 – Miel de Elvish: el milagro turco

En Turquía se cosecha una miel extraordinariamente rara, la miel de Elvish. La producen abejas que construyen sus colmenas en los muros de cuevas localizadas a más de 2000 metros de altitud en las montañas del noroeste del país.
Al colgar sus panales en esas cavidades, las abejas provocan que la miel se impregne con los minerales y sales de la roca, lo que confiere a esta miel sus cualidades únicas. Además, las cuevas están rodeadas de plantas medicinales, que contribuyen a reforzar las características de la miel.

Frasco de Centaury, la miel más cara del mundo

Así es el lujoso envase de Centaury, la miel más cara del mundo.

Así, la miel de Elvish es rica en flavonoides y antioxidantes, además de potasio y magnesio. Y, sobre todo, es muy escasa. No es solo una de las mieles más raras del mundo, también es de las más caras. De media, se vende por encima de los 5000 euros por kilogramo, pero algunas marcas, como Centaury, alcanzan precios de hasta 10000 euros por kilo, una tarifa exorbitante que ha sido certificada por el Libro Guinnes de los Records como “la miel más cara del mundo”.

Lo cierto es que los apicultores de la zona han convertido en toda una liturgia la producción de esta rareza. Cuentan con la ayuda de escaladores que se adentran en las cuevas donde se produce la miel, algunas con profundidades enormes. Cosechan una vez al año y en cantidades muy reducidas, haciendo que la miel sea todavía más exclusiva.

4-Miel de sidr: lujo árabe en los desiertos de Yemen

La miel de sidr, también conocida como miel de espina santa o miel de Ziziphus jujuba, es una rareza poco conocida. Se produce en varios países de la zona mediterránea y también de Asia, pero la más destacada es la de Yemen, una nación sacudida por una guerra inacabable en la que los apicultores sufren condiciones de vida muy complicadas.

El sidr es un arbusto espinoso que puede llegar a medir 10 metros de altura y que se agrupa en matorrales espesos. Sus ramas son espinosas, por eso lo de espinas anta: la tradición cristiana dice que fue el arbusto con el que se confeccionó la corona de espinas de Jesucristo.

Las flores de sidr ofrecen a las abejas un verdadero oasis en medio de los desiertos donde crece. Los arbustos florecen dos veces al año y los apicultores mueven sus colmenas hasta los lugares donde se encuentran para aprovechar esas floraciones.

paisaje de Yemen: un árbol de Sidr en primer plano

Un árbol de Sidr en el árido paisaje de Yemen.

La miel de sidr es muy espesa y llama la atención por su color ámbar brillante, de matices rojizos muy vivos. El aroma recuerda al chocolate y se considera que tiene propiedades medicinales tan notables como las de la miel de manuka. Así, se sabe que es eficaz en casos de anemia, por lo que está especialmente indicada para ayudar a las mujeres a recuperarse de los partos. También fortalece el sistema inmune y es muy eficaz en problemas de piel, como psoriasis o acné.

La rareza de la miel de sidr, especialmente la de Yemen, explica los altísimos precios que alcanza en los mercados internacionales. Y también el hecho de que los príncipes y nobles de países como Arabia Saudí o los emiratos del Golfo Pérsico consideren la miel de sidr un regalo muy exclusivo.

5- Miel del monte Himeto: la miel de los Dioses del Olimpo

El monte Himeto, o Hymettus, se levanta al sur de Atenas, capital de Grecia. En la mitología griega, esta montaña aparecía poblada por abejas que producían la miel más dulce y exquisita de la antigua Grecia. Era una miel tan rica, que, según la leyenda, hasta los reptiles del monte dejaron de ser venenosos. Y esa fama mitológica persiste hoy.

Los apicultores griegos actuales siguen cuidando colmenas en las faldas del Himeto y, para muchos, siguen haciendo la mejor miel, no ya de Grecia, sino del mundo.

La miel del Himeto se crea con el néctar de plantas como el tomillo silvestre, principal aportación de néctar y una de las mieles que entusiasmaban a los antiguos griegos. Además, tiene presencia de otras plantas, como el romero o la mejorana. Resulta una miel muy suave y perfumada, de textura un tanto espesa y color oscuro.

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6 – Miel de Tupelo, la miel de Elvis Presley

Una de las mieles más raras del mundo se produce en Estados Unidos, concretamente, en dos pequeñas zonas del sudeste del país, la reserva natural de Okeefenokee, entre los estados de Georgia y Florida, y en el valle del río Apachiloca, en este último estado. Se trata de la miel de tupelo.

En esas zonas crece el árbol denominado Ogeeche tupelo, también llamado tupelo blanco, lima de río o lima salvaje. Este árbol, que puede alcanzar los 15 metros de altura, vive en zonas pantanosas y florece entre marzo y mayo. Sus flores, que forman pequeños racimos, son muy apreciadas por las abejas por el néctar que segregan.

De aroma y sabor muy suaves, la miel de tupelo destaca por tener un color dorado de reflejos verdosos y, sobre todo, porque prácticamente no cristaliza. Esto se debe a su particular ratio de fructuosa y glucosa, que hace que esta miel se mantenga siempre líquida.

La miel de tupelo alcanzó gran celebridad cuando el músico Van Morrison bautizó con ese nombre un disco en 1971: ‘Tupelo honey’. El álbum, lleno de canciones de rock, country y R&B, era un canto a la felicidad de la vida doméstica y dio gran popularidad a esta miel. Antes, otra celebridad de la música había dado popularidad a la miel de tupelo: Elvis Presley. El Rey utilizaba este miel para endulzar su célebre emparedado de plátano, un sándwich que le elaboraban con mantequilla, rodajas de plátano, manteca de cacahuete, panceta o bacon y miel de esta sorprendente variedad.

7 – Miel de baobab, el árbol mítico de Mali y Madagascar

El baobab es un árbol mítico. Crece en buena parte de África, aunque la isla de Madagascar concentra en exclusiva seis de las ocho especies componen el género Adansonia, que es el nombre científico de este tipo de árboles. Los baobab son muy reconocibles por su gran altura, que puede superar los 30 metros, con troncos ahusados sin ramas y unas copas con diámetros de más de 10 metros.

Estos peculiares árboles producen flores en la temporada de lluvias y las abejas las aprovechan para producir una de las mieles más raras del mundo. Se trata de una miel suave, de aroma muy intenso y color oscuro.

un baobab, árbol que produce una de las mieles más raras del mundo

Un impresionante baobab en Madagascar.

 

La miel de baobab es rica en calcio, con lo que fortalece los huesos. También resulta muy eficaz contra la artritis y se conocen sus propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento celular. Además, es muy interesante su efecto para calmar las afecciones intestinales, como las gastroenteritis.

La miel de baobab se puede encontrar en varias regiones de África, pero, dada la concentración de estos árboles, se produce especialmente en Mali y Madagascar.

8– Mad honey, la miel alucinógena del Nepal

Esta es una de las mieles más extrañas, raras y sorprendentes del mundo. Para empezar, la produce la abeja Apis dorsata laboriosa, la de mayor tamaño de cuantas abejas melíferas existen. Después, solo se da en Nepal, a más de 3.000 metros de altitud y allí donde crece una especie de rododendro muy particular cuyo néctar es rico en una sustancia psicotrópica. Esta sustancia, un neurotóxico de cierta potencia, hace que esta miel se considere alucinógena: quien la consume entra en un estado similar al que se alcanza con algunas drogas como la marihuana.

No extraña, por tanto, que a esta miel de Nepal se la denomine “mad”, que en inglés quiere decir “loca”. El potencial alucinógeno de esta miel es tan alto que se recomienda consumirla con prudencia: no más de dos cucharadas de café diarias. Además, la capacidad de generar efectos psicotrópicos no depende solo de la cantidad ingerida, sino de la concentración de néctar alucinógeno que contenga la miel, porque no todas tienen la misma composición.

La miel loca, por si acaso no fuera ya bastante extraña, es cosechada por “cazadores de miel”. Son apicultores que no tienen colmenas, sino que buscan panales silvestres. La Apis dorsata cuelga sus colmenas en verdaderos acantilados. En esas paredes, construyen grandes panales con forma de media luna que los “cazadores de miel cortan” para después prensar. El trabajo es extremadamente peligroso, no solo por las temibles picaduras de estas abejas de gran tamaño, sino porque se realiza en auténticos precipicios a los que los apicultores acceden trepando o descolgándose por precarias cuerdas.

¿Te parece todo asombroso? Pues no lo sabes todo: la Apis dorsata es una abeja que emigra. En otoño, viaja al sur para evitar el frío del invierno de Nepal. Vuelve a la zona en primavera para crear una nueva colmena. Y solo la reina hace el trayecto de ida y vuelta, con lo que debe memorizar un viaje que puede ser de hasta cientos de kilómetros.

9 – Miel de Pitcairn, la miel del fin del mundo

En mitad del Pacífico Sur, lejos de las principales rutas de navegación, están la Islas Pitcairn, apenas tres islotes perdidos en la inmensidad del océano y habitados por menos de 100 personas. Estas islas son célebres porque en ellas se refugiaron los amotinados de la Bounty en el siglo XVIII, y allí siguen viviendo algunos de sus descendientes, que incluso hablan un inglés propio.

El extremo aislamiento de este lugar hace que la miel que se produce en ellas sea una auténtica rareza, además de muy escasa. La miel de Pitcairn se publicita como miel de gran pureza producida por abejas que no conocen las enfermedades, ni los tratamientos de ningún tipo. Además, en las islas no hay cultivos, con lo que tampoco se emplean agrotóxicos, ni existen ninguna fuente de contaminación.

10 – Miel de lichi de Madagascar: rara entre las mieles más raras del mundo

El lichi es un árbol que se encuentra con frecuencia en China y Vietnam, pero que también tiene mucha presencia en la isla de Madagascar. Allí, los apicultores locales cosechan miel de lichi, una de las más delicadas, raras y exclusivas.

El lichi, que puede alcanzar los 12 metros de altura, produce gran cantidad de flores que las abejas aprovechan para producir una miel cremosa, de llamativa fragancia que recuerda a la de la rosa y sabor afrutado.

Entre las propiedades de esta miel destaca su capacidad para calmar los dolores estomacales y también es muy útil para combatir resfriados.

Aunque en otras épocas fue una miel abundante, hoy su producción en Madagascar se ha reducido bastante, lo que hace que la miel de lichi de esta isla africana sea muy cotizada y rara.

euphorbia, una de las plantas que produce una de las mieles más raras del mundo

Mata de Euphorbia resinifera. Foto: Brewbooks, en Flickr.

11 – Miel de Euphorbia, la miel del desierto que arde en la garganta

La Euphorbia resinera, también llamada euforbia o cardón resinero, es una planta de tipo cactáceo, que crece en pequeños matorrales en zonas semidesérticas de África, especialmente, en la región marroquí de Tadla-Azilal.  Con sus flores amarillas, que se abren a finales de la primavera, las abejas elaboran una sorprendente miel llamada miel de Euphorbia.

Oscura y con aroma floral, esta miel llama la atención por su sabor amargo y picante, que “rasca” la garganta, generando una sensación de fuerte calor. Esta peculiar característica hace que muchos consideren que es una miel apropiada para las dolencias de la región faríngea. También se dice que mejora la fertilidad, aunque no existen datos científicos que respalden estas cualidades.

Lo que sí es cierto es que una miel muy exclusiva por su llamativo sabor y ese retrogusto picante que la convierte en una de las mieles más raras del mundo.

12 – Miel de mezquite: oro blanco del desierto de México

Los desiertos mexicanos pueden parecer lugares muy áridos e inhóspitos, pero esconden una joya para la apicultura: el mezquite. Este árbol, de pequeño porte, es capaz de sobrevivir con cantidades ínfimas de agua y, al tiempo, ofrecer una floración rica en nutrientes que dura desde febrero a septiembre en función de las regiones.

Las abejas elaboran con su néctar y su polen una miel de color casi blanco o amarillo pastel muy suave. Llama la atención su textura cremosa, como de mantequilla batida, que, cuando cristaliza, lo hace con cristales muy finos.

En cuanto a sus propiedades, se sabe que tiene características antibacterianas y antiinflamatorias. Otro tipo de mezquito, el algarrobo pálido, es típico de Sudamérica y produce excelente miel, que no debe confundirse con la miel del algarrobo mediterráneo.

 

Dentro de la familia de las mieles de mezquite encontramos otra rareza, la miel de kiawe, que se produce exclusivamente en la isla estadounidense de Hawái. Allí, muy lejos de la dureza de los desiertos mexicanos, crece un tipo de mezquite denominado kiawe originario de Colombia, Ecuador y Perú. El árbol se introdujo en Hawái en 1828 y, desde entonces, se ha aclimatado a esta isla tropical.

La miel de kiawe es tan rara que solo unos pocos apicultores la cosechan. Su aspecto es también el de una miel muy clara, casi blanca, con interesantes cualidades medicinales, como su alto contenido en antioxidantes.

Estas son algunas de las mieles más raras del mundo, productos únicos, exclusivos, difíciles de conseguir y a menudo muy caros. ¿Conoces otras mieles raras para este listado? Cuéntanoslo en los comentarios.

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