Modificado por Redacción

Cartel de la manifestación de apicultores reclamando el etiquetado claro

Cartel con la convocatoria de la manifestación de apicultores reclamando el etiquetado claro.

La fecha está marcada en rojo en el calendario de los apicultores de toda España: 31 de enero, a las 12 horas, delante del Ministerio de Agricultura, en pleno centro de Madrid. En ese momento y en ese lugar arrancará una manifestación convocada por la plataforma Etiquetado Claro y a la que están llamados apicultores de toda España en defensa de la miel española y en protesta por la mala situación que atraviesa el sector apícola.

La plataforma Etiquetado Claro, junto con la Asociación Española de Apicultores, las plataformas SOSBiodiversidad SOSAbejas y StopVespaVelutina, además de otras 62 asociaciones de apicultores y agricultores, organizaciones agroambientales y Asociaciones de Defensa Sanitaria, han organizado una gran manifestación en defensa del sector apícola español.

La marcha, a la que están llamados apicultores de toda España, tendrá lugar en Madrid el próximo 31 de enero. Los organizadores de la protesta han llamado a reclamar de nuevo el etiquetado claro de la miel, que se indique en las etiquetas, sin género de dudas, la procedencia de la miel. De esa forma, los consumidores podrán saber si están consumiendo miel española, europea o de terceros países.

A día de hoy, la miel que se venden en España no tiene la obligación de mostrar en la etiqueta el país donde ha sido cosechada. Solo es necesario indicar si la miel procede de la Unión Europea o no. Esto ha generado importantes fraudes, porque es suficiente con un mínimo porcentaje de miel europea para poder vender mieles de baja calidad de fuera de la Unión indicando en la etiqueta que el producto es europeo.

La Unión Europea no autorizó la última modificación propuesta por España en 2019 que proponía que el etiquetado incluyera el porcentaje de mezcla de mieles. La UE lo consideró contrario a su directiva de la miel y, aunque el Gobierno español aseguró que seguiría adelante con la búsqueda de una fórmula satisfactoria, esta todavía no se ha puesto en marcha. Por eso, los apicultores reclaman avances en este sentido cuanto antes.

Además, las organizaciones convocantes denuncian la falta de análisis en las fronteras para las mieles procedentes de países terceros. Estas mieles, de muy bajo precio y escasa calidad y seguridad alimentaria, entran a Europa compitiendo duramente con las mieles locales y desplazándolas.

Los apicultores consideran que este problema se reducirá con el etiquetado claro, tal y como se hace con la gran mayoría de productos alimenticios.

Más problemas en el sector apícola

Esta medida legal se considera clave para defender un sector, de apícola, duramente castigado en los últimos años por diversos factores. Es, por tanto, la bandera en torno a la cual se unen los apicultores y todos los que defienden a la apicultura española. Sin embargo, en la manifestación se reivindicarán otras muchas causas.

A la demanda del etiquetado, los convocantes suman otra serie de problemas que amenazan a un sector cada vez más débil. Los más notables son estos:

  • Avance de la varroa. En los últimos años, la varroa ha vuelto a crecer, asolando los colmenares de muchas zonas de España, como Extremadura o Castilla y León. Los apicultores denuncian la falta de tratamientos eficaces y la ausencia de inversión en investigación para combatir este parásito.
  • Otras enfermedades. En los colmenares españoles sigue habiendo enfermedades graves para las que prácticamente no hay tratamientos, como nosema cerana, el escarabajo de la colmena, etc.
  • Avispa asiática. La temible avispa asiática, la vespa velutina, avanza sin parar por grandes zonas del país. Algunas, como Galicia, han visto diezmados sus colmenares. Prácticamente no se investiga en cómo frenar este problema, que el sector reclama que se considere oficialmente una plaga.
  • Plaguicidas. Aunque varios países de la Unión Europea ya han prohibido el uso de determinados fitosanitarios muy agresivos con las abejas, en España todavía no se ha erradicado su uso de forma completa. Es necesario que las autoridades tomen una determinación cuanto antes en este asunto.

Para trasladar estos problemas a la opinión pública y para reclamar a los legisladores y gobernantes medidas eficaces, el sector apícola saldrá a las calles de Madrid. La manifestación partirá del Ministerio de Agricultura, en la glorieta de Atocha, a las 12 horas del próximo 31 de enero. De allí, la marcha seguirá por el Paseo del Prado, hacia la Plaza de Neptuno para finalizar en el Congreso de los Diputados, en la Carrera de San Jerónimo.

Apoyo de las organizaciones agrarias al etiquetado claro

Esta convocatoria del sector cuenta con el respaldo de las principales organizaciones agrarias: Asaja, Coag, Cooperativas Agroalimentarias de España y UPA. En un comunicado conjunto, estas entidades han anunciado una próxima reunión con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En este encuentro, que tendrá lugar el próximo 22 de enero, se han comprometido a trasladar a la administración la necesidad de legislar cuanto antes el etiquetado claro de la miel, incluyendo en él, además, la información sobre cómo se ha elaborado la miel, para saber si ha sido sometida a tratamientos de calor.

Además, las organizaciones de agricultores explican que están en contacto con otras entidades europeas de defensa del sector primario para llevar estas reivindicaciones al Parlamento Europeo en las próximas semanas. Se trata de lograr un cambio en la Directiva de la Miel que obligue a implantar definitivamente el etiquetado claro.

Acompañando a esta reclamación, las organizaciones agrarias solicitan una reunión con la Mesa Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para trazar una estrategia que sea eficaz en la lucha contra la varroa.

También quieren alertar a las autoridades sobre la necesidad de frenar el fraude en el mercado de la miel a través de mejores controles en las fronteras y de la revisión de acuerdos comerciales que incluyan importaciones de miel.

Por último, estas entidades van a solicitar al Gobierno soluciones al problema de falta de asentamientos que sufren los apicultores trashumantes. Consideran que es preciso fomentar el uso de espacios públicos y que es preciso regular correctamente las distancias mínimas entre colmenares y primar la presencia de asentamientos apícolas en las solicitudes de ayudas para fincas destinadas a reforestación, pastos o dehesas.

Los apicultores de Europa también reclaman el etiquetado claro

La protesta de los apicultores europeos no está sola. Sus compañeros europeos ya han emprendido las movilizaciones y el pasado 17 de enero llevaron su protesta a Bruselas. Ante las instituciones de la Unión Europea, exhibieron sus reclamaciones y denunciaron que Europa recibe cada año un mínimo de 20.000 toneladas de miel adulterada procedente de países ajenos a la Unión. Según explican, en su mayoría esa miel no es más que jarabe que, después, se mezcla con pequeñas cantidades de miel europea y se vende en los mercados a precios bajos como miel “procedente de países UE y no UE”.

Por eso, como los españoles, los apicultores de Europa reclaman a las instituciones comunitarias que se implante el etiquetado claro.

Por su parte, la Comisión Europa recuerda que los apicultores tienen todo su apoyo. “Creemos que es importante para la agricultura y también para la biodiversidad. Hemos presentado una propuesta para aumentar el presupuesto de 120 a 180 millones de euros para financiar el sector durante los próximos tres años”, asegura Daniel Rosario, portavoz del ejecutivo de la Unión.

Un sector apícola importante, pero con problemas

A pesar de los problemas que atraviesa, la apicultura española es una de las más importantes del mundo y la más grande de la Unión Europea, con un 16 por ciento de todas las colmenas de la UE. En nuestro país hay censadas aproximadamente 2,9 millones de colmenas, que son gestionadas en unas 32.900 explotaciones. De ellas, 13.430 son trashumantes.

Las cifras son del Ministerio de Agricultura y corresponden a mediados de 2019. Suponen un importante crecimiento con respecto al año 2009, cuando había en España casi 24.000 explotaciones. Es decir, el número ha crecido un 37 por ciento en una década. Sin embargo, aunque el volumen de colmenas en España es elevado, el de apicultores no lo es tanto: solo aporta un 4 por ciento de todos los apicultores de la Unión Europea, mientras que Alemania, con muchas menos colmenas, representa el 19 por ciento de los apicultores de la Unión.

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