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un tarro de la miel de la reina Isabel de Inglaterra

Un tarro de la miel de la reina.

La miel de la reina de Inglaterra ya compite en el mercado: se llama Sandringham Honey y es el último proyecto de Isabel II. La miel, que la familia real cosecha desde hace tiempo, se ha puesto hace algunos meses a la venta y, según explican los medios británicos, se vende rápidamente a un precio de 15 libras (12,5 euros) el tarro de 454 gramos.

La reina de Inglaterra, Isabel II, tiene 95 años, pero nadie puede decir que no se muestra activa y emprendedora. A su edad, y en medio de continuas crisis políticas y familiares, Isabel II ha lanzado una línea de miel que lleva el nombre de una de sus fincas de recreo preferidas, Sandringham. Es ya una de las mieles más exclusivas del mundo. y ella, una de las apicultoras más célebres.

Este palacio, situado a dos horas al nordeste de Londres, es célebre porque siempre fue uno de los refugios favoritos del fallecido Duque de Edimburgo. A él se retiraban los monarcas británicos en los últimos años, y allí pasaron buena parte de la pandemia de covid, además de ser siempre el escenario de sus vacaciones navideñas. La posesión tiene 32 kilómetros cuadrados e incluye fincas de labor, cotos de caza y espléndidos jardines.

Allí, el príncipe Carlos ha llevado a cabo una intensa tarea de reconversión del territorio, convirtiendo toda la explotación al cultivo orgánico. En esos campos se cultivan frutas con las que se elaboran mermeladas y un codiciado kétchup. También destilan ginebra, una bebida muy apreciada por los royals británicos, que se vende con el emblema de la reina. Y, ahora, le toca el turno a la miel.

En realidad, el príncipe Carlos ya producía miel en otra de sus fincas, en su residencia oficial de Highgrove, en el condado de Gloucestershire. Allí, el príncipe de Gales produce una miel ecológica que está considerada como una de las mieles más caras del mundo.

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 Una imagen de archivo del Príncipe Carlos con ropa de apicultor. 

A esa exclusiva oferta, se ha sumado la miel de la reina de Inglaterra, que lleva el nombre de Sandringham Honey y se vende a un precio también importante: 15 libras el tarro de 454 gramos, unos 12,5 euros, más de 25 euros el kilo de miel.

pack de chocolate y miel de la reina de Inglaterra

Un pack de regalo que incluye miel y chocolate, ambos de Sandringham.

El tarro lleva el icónico emblema de Sandrigham, que incluye la corona real británica y una inscripción que dice “cosechada con colmenas situadas alrededor de la finca de Sandrigham”. Además, en su página web indican que “la miel tiene un sabor rico y complejo” y señalan que “este es un producto completamente natural y no ha sido procesado, simplemente se ha tratado para remover impurezas”. También indican que la miel puede tener diferentes sabores en función de la zona en que estén las colmenas. Así, puede “tener sabor a lima”, si están cerca de los árboles de lima que hay plantados a los lados de los caminos que llevan a la mansión principal. O puede ser miel de lavanda si procede de colmenas cercanas a las plantaciones de estas flores que también existen en la propiedad.

Además, indican que algunos lotes son de miel cristalizada para “facilitar su untado en las tostadas”, mientras que otros son de miel líquida para una mejor aplicación “en fruta o yogur”.

Al parecer, de las colmenas se hace cargo Leigh Goodsell, que es un apicultor de la zona. Es el encargado de cuidar las abejas y cosechar y envasar la miel que, después, se vende bajo el nombre de Sandrigham.

La miel del Palacio de Buckingham

En realidad, esta no es la primera miel de la reina de Inglaterra. En su residencia oficial, el imponente Palacio de Buckingham, en Londres, también hay colmenas y se cosecha miel, aunque no se vende.

Allí, en sus extensos jardines, hay varias colmenas con abejas italianas.  Están emplazadas en una isleta que emerge en uno de los estanques y, tal y como informó en su día la Casa Real, la miel se cosecha y etiqueta como si fuera un producto comercial más, aunque, en este caso no está en venta. La miel que se recoge en estas colmenas es utilizada por los cocineros del Palacio para elaborar “galletas de miel, rellenar trufas de miel y bizcochos”. Estas delicias con miel se sirven “en fiestas y recepciones en los jardines”.

La apicultura de Buckingham Palace se puede considerar apicultura urbana, puesto que el palacio está en el centro de Londres. En esta ciudad, la apicultura ha ocupado ya un espacio muy importante e, incluso, florece un interesante negocio de apicultura urbana.

Por tanto, la nueva miel de la reina de Inglaterra se suma a una oferta de mieles reales que hace las delicias del público, sean mieles urbanas o rurales, como la de Sandrigham.

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