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Robot apicultor: un dispositivo capaz de extraer panales de las colmenas.

El robot apicultor de Smart Hive, colocado sobre una colmena. Foto: Smart Hive.

La tecnología apícola avanza decididamente hacia la robotización. El último  avance en llegar es un apicultor robot, un sorprendente dispositivo desarrollado por la firma coreana Daesung. Denominado Hive Controller, este equipo es capaz de sacar los panales de una colmena ahorrándole al apicultor ese esfuerzo. Poco a poco, la tecnología robótica se hace un hueco en la apicultura y este apicultor robot no es más que un paso en esta carrera.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO
1- ¿Cómo funciona Hive Controller el apicultor robot?
2 –Abejas robot: más allá de la biología
3 – Apiario robotizado: un colmenar para el apicultor robot

1 – ¿Cómo funciona Hive Controller el apicultor robot?

Una de las tareas más duras de la apicultura es extraer panales cargados de miel de las colmenas. Son pesados, están fuertemente pegados con propóleo a la alzas y obligan a los apicultores a sujetarlos con los dedos, en posturas generalmente forzadas. A menudo, los apicultores sufren dolores de espalda –lumbalgias y otros trastornos- y, sobre todo, la conocida artritis del apicultor, que combina las picaduras recurrentes con el continuo levantar peso con los dedos.

Para solucionar estos problemas, llega Hive Controller, un robot apicultor desarrollado bajo la marca Smart Hive por la empresa coreana Daesung. La idea es sencilla, pero revolucionaria: un dispositivo que, colocado sobre la colmena abierta, es capaz de despegar, elevar, cepillar y extraer cada uno de los panales.

Hive Controller es una maquina realmente ingeniosa. Pesa unos 11 kilos, a los que deben sumarse los 2 kilos de la batería. Está hecho en aluminio y tiene dos partes bien diferenciadas. Por un lado, un cuerpo central que va equipado con un sensor capaz de detectar la ubicación de los panales.

Por otro, un soporte sobre el que el robot va dejando los cuadros que saca de las cajas de las colmenas.

Robot apicultor: una vista del robot apicultor de Smart Hive extrayendo cuadros de una colmena abierta - Apicultura y miel

El robot, trabajando: extrae los panales y los coloca en su zona de carga. Foto: Smart Hive.

La operación es muy simple: se abre la colmena, se coloca el robot apicultor sobre ella y se pone en marcha. Automáticamente, el sensor empieza a reconocer los panales y es capaz de identificarlos aunque tengan anchuras diferentes. Después, unas palas sujetan y extraen cada panal, haciéndolos pasar entre dos suaves rodillos que cepillan las abejas, haciéndolas caer de nuevo a la caja.

Por último, el sistema deja el panal en la zona de carga, desde donde el apicultor puede recogerlo para llevárselo.

El proceso requiere aproximadamente un minuto por panal y cada pack de baterías permite extraer los panales de 50 colmenas.

En realidad, este equipo no está pensado una apicultura de grandes dimensiones, porque sus tiempos de trabajo todavía son lentos. Sin embargo, resulta muy adecuado para personas que tienen un número reducido de colmenas y quizá ya no tienen tantas fuerzas o sufren dolores que les dificultan trabajar con ellas. En estos casos, el robot apicultor es una solución muy interesante.

2 –Abejas robot: más allá de la biología

Este llamativo apicultor robot no está solo. En el mundo de la apicultura es cada vez más frecuente la presencia de dispositivos  robóticos. Desde líneas de extracción automatizadas a apiarios robotizados, estas tecnologías empiezan a aportar soluciones llamativas a nuestro ámbito.

Una de las propuesta más conocidas – y polémicas- es la creación de abejas robot. En los últimos años, varios experimentos han llamado la atención de la opinión pública presentando abejas robóticas que son capaces incluso de polinizar flores, igual que hacen las abejas reales.

Ya en 2017, la Universidad Politécnica de Varsovia presentó un primer prototipo de abeja robótica. En realidad, se trata de un pequeño dron capaz de detectar las flores y recoger polen para reproducir la tarea de polinización que habitualmente llevan a cabo las abejas y otros insectos.

Robobee: abejas robótica.

Las pequeñas Robobee tienen apenas 40 milímetros de longitud. Foto: Universidad de Hardvard.

 

Una idea parecida se desarrolló en el Instituto de Ciencia y Tecnología Industriales Avanzadas de Japón. Allí, sus pequeñas obreras robotizadas son capaces de seguir rutas concretas programadas a través de GPS y polinizar las flores. Son diminutos drones de 40 milímetros de largo que llevan la parte inferior cubierta de pelos de caballo muy cortos. Van impregnados en un gel al que se adhiere el polen y, cuando llegan a una flor, los pequeños granos de polen se desprenden y cumplen con su misión reproductora.

Con otra perspectiva, la Universidad de Harvard ha desarrollado otra abeja robot: Robobee. En este caso, se reproduce todo lo posible la forma de la abeja, incluyendo unas alas que el insecto mecánico bate 120 veces por segundo. Incluso es capaz de imitar la célebre danza con la que las abejas se informan unas a otras de la ubicación de las fuentes de alimento.

Los usos de esta abeja biónica son múltiples: desde tareas de polinización, a detección de problemas ambientales, pasando, además, por misiones de “espionaje” dentro de la colmena. Equipada con sensores de muchos tipos, la Robobee podría informar a los apicultores sobre el estado de las constantes vitales de la colonia.

3 – Apiario robotizado: un colmenar para el apicultor robot

Todavía más compleja es la propuesta de la empresa israelí Beewise: un colmenar robotizado. Su equipo se llama BeeHome y es un gran contenedor rectangular capaz de albergar 24 colmenas. Dentro, un sofisticado sistema combina técnicas robóticas con inteligencia artificial para hacerse cargo de las abejas de forma totalmente automática y autónoma.

Este dispositivo es capaz de monitorizar continuamente la temperatura y la humedad de cada colonia. También detecta la presencia de agentes patógenos y enfermedades como la varroa, aplicando productos sanitarios en tiempo real, lo que reduce el uso de medicamentos y aumenta su eficacia.

Interior del apiario robotizado BeeWise.

Así es el interior de BeeWise, el apiario robotizado. Foto: Beewise.

Además, vigila y previene la aparición de enjambres: si detecta que la colmena se prepara para enjambrar, aumenta el espacio disponible y toma otras medidas para impedirlo. Por último, a medida que encuentra panales llenos de miel y listos para ser cosechados, puede ir retirándolos.

Este colmenar robotizado es una de las soluciones más avanzadas del mercado apícola. Su capacidad de trabajo es muy llamativa y permite a los apicultores despreocuparse de las tareas más rutinarias de control y vigilancia. Otro robot apicultor que viene a hacer un poco más fácil el trabajo de la apicultura.

Como se puede ver, la tecnología digital encuentra cada vez más espacio en los colmenares. A los robots, se unen aplicaciones como Queen Bee Detector, una aplicación capaz de localizar a la reina sobre un panal utilizando también inteligencia artificial y la cámara del teléfono.