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Abejas enjauladas para un experimento que demuestra que las las abejas viven la mitad de tiempo

Abejas enjauladas en el laboratorio de la Universidad de Maryland. Foto: Anthony Nearman.

Una investigación llevada a cabo en Estados Unido demuestra que ahora las abejas viven la mitad de tiempo que en 1970. Si entonces vivían una media de 34,4 días, hoy no pasan de los 17,7 días. Analizamos este trabajo científico que apunta a errores en la selección genética para explicar este cambio.

Todos los apicultores saben que las abejas melíferas viven diferente cantidad de tiempo en función de la época del año y de la carga de trabajo que asuman. Así, las abejas que viven en primavera y verano pueden vivir entre cuatro y seis semanas, menos que las obreras que tienen que superar el invierno, viven hasta cinco meses. Sin embargo, parece que el tiempo medio de vida es cada vez más corto y que las abejas viven la mitad de tiempo que hace 50 años.

Así lo asegura una investigación publicada en la muy prestigiosa revista Scientific Report por dos entomólogos de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, Anthony Nearman y Dennis vanEngelsdorp, uno de los investigadores más conocidos del mundo de la apicultura, célebre por su famosa conferencia TED “Una oración por las abejas”.
En este nuevo trabajo, titulado “El suministro de agua aumenta la vida útil de las abejas obreras enjauladas y las abejas obreras enjauladas viven la mitad de lo observado hace 50 años”, los dos científicos han descubierto que las abejas melíferas viven ahora una media de 17,7 días, mientras que en 1970 llegaban a los 34,4 días.

Según estos autores, esta reducción del tiempo media de vida de las abejas tiene relación con problemas que afectan a la apicultura actual, como las pérdidas de colonias y la reducción de las cosechas de miel que se viene registrando en las últimas décadas.

En su opinión, esta reducción del tiempo de vida tiene un componente genético: la genética de las abejas estaría modificándose y reduciendo ese tiempo. La causa, paradójicamente, podría ser una equivocada selección genética por parte de los criadores. “Si esta hipótesis se confirma”, aseguran los autores, “estaríamos ante una posible solución al problema, porque, si podemos aislar esos factores genéticos, entonces quizás podamos lograr abejas que vivan más tiempo”.

1 – Menos tiempo de vida para las abejas: en qué consiste la investigación

El trabajo de Nearman y vanEngelsdorp es el primero que se preocupa por medir la vida media de las abejas al margen de factores de estrés externos, como la meteorología, el estado del campo o la contaminación ambiental.

Sin embargo, no es un experimento nuevo. En realidad, estaban reproduciendo trabajos antiguos que, desde hace ya décadas, se llevan a cabo para analizar el comportamiento de las abejas. Se trata de enjaular a las abejas cuando nacen y someterlas a determinadas condiciones para observar su evolución.

Este tipo de experiencias se han llevado a cabo de forma periódica en Estados Unidos desde hace mucho tiempo. El método es siempre igual: se toman varias colmenas (en este caso, cinco, del apiario de la Universidad de Maryland). Deben ser colonias sanas y tratadas contra varroa. De estas colmenas se recogen panales con cría operculada que son incubados en una incubadora a 32º y con una humedad del 65 por ciento. A medida que las abejas nacen, van siendo enjauladas y separadas en grupos de control y grupos experimentales. A todas las abejas enjauladas se las alimenta con una dieta compuesta por una solución azucarada al 50 por ciento, un jarabe parecido al que se utiliza para estimular la puesta de las reinas. Además, se les aporta un sustituto del polen llamado Megabee.

Dennis vanEngelsdorp con un panal de abejas. Es el autor del trabajo que muestra las abejas viven la mitad de tiempo

Dennis vanEngelsdorp, con una colmena de la Universidad de Maryland. Foto: Maryland University.

Por su parte, las abejas en experimentación recibieron también agua desionizada y con un 1 por ciento de sal común diluida, agua desionizada o simplemente agua del grifo. De hecho, el objetivo de esta variante del experimento era medir qué tipo de agua era mejor para las abejas.

Cada día, se contaban las abejas muertas y se esperaba que el experimento durara al menos tres semanas. Sin embargo, cuando compararon la duración de sus abejas con las de experimentos similares ejecutados en las últimas cinco décadas, los investigadores descubrieron una anomalía: las abejas de su trabajo morían antes.

Nearman explica que “al trazar la vida útil a lo largo del tiempo, me di cuenta de que estaba produciéndose un gran efecto de tiempo”. Este investigador señala que los protocolos para criar abejas en laboratorio no se estandarizaron hasta los años 2000, “lo que permitiría pensar que la esperanza de vida aumentaría o no cambiaría, porque estamos mejorando en su cría en laboratorio, pero en cambio vemos que se ha duplicado la mortalidad”.

tabla que muestra que las abejas viven la mitad de tiempo

Tabla que muestra la reducción de la vida de las abejas (median lifespan) a lo largo de las décadas. Fuente: Nearman y vanEngelsdorp.

2 – Preocupación y esperanza: qué pasa si las abejas viven menos tiempo

Que las abejas viven menos tiempo es un descubrimiento de enorme importancia, porque afecta a la rentabilidad y capacidad de supervivencia de la propia apicultura. Los investigadores han creado modelos matemáticos para evaluar el impacto de esa reducción del 50 por ciento de la vida útil de las abejas sobre las operaciones apícolas. La proyección señala que las pérdidas anuales de los apicultores podrían ser del 33 por ciento de la cabaña apícola, una cantidad difícil de reemplazar a través de la producción de núcleos o paquetes de abejas. Y, desde luego, inabordable desde la multiplicación natural de las colmenas a través de enjambres.

Esa cifra de pérdidas del 33 por ciento es muy parecida a las que están registrando los apicultores actualmente en muchos lugares de Estados Unidos y Europa. Esta caída en la cabaña se atribuye generalmente a problemas como el trastorno del colapso de la colonia o enfermedades como la varroa o la nosemosis (o a combinaciones de todos estos factores). Sin embargo, los investigadores de Maryland creen que esas pérdidas podrían estar vinculadas a esta reducción del tiempo de vida de las abejas.

Falsa imagen de buena salud en las abejas: el error en la selección

Los autores de este trabajo creen que la reducción del tiempo de vida de las abejas podría deberse a un cambio genético en las abejas. Hipotetizan que los patógenos que no matan a la abeja adulta “se acumulan paulatinamente dentro de la población, por lo que las colonias con abejas de vida más corta tendrían una carga reducida de patógenos y enfermedades en comparación con aquellas con abejas de vida más larga”. Eso haría que las colonias con abejas de vida más corta parecieran más saludables a los apicultores, lo que llevaría a que los criadores de reinas y de abejas se inclinaran por reproducir esas abejas de vida corta creyendo erróneamente que son más fuertes. Esa selección genética equivocada habría expandido entre las poblaciones de abejas genéticas de vida más corta.

Al tiempo, los investigadores creen que la selección genética también puede ser la solución al problema. Si se consigue identificar y aislar los genes que producen vidas más cortas, se podrían modificar para que las abejas vivieran más días.

Ahora queda por ver si es posible revertir esta disminución de la vida útil de las abejas. Si se logra, quizá se dé un paso gigante en la supervivencia de estos insectos imprescindibles para la sostenibilidad de ecosistemas y cultivos.

equipo de apicultores de la Universidad de Marylan

Apicultores y estudiantes de la Universidad de Maryland en un apiario experimental. Fuente: Bee Squad.

Por cierto, el experimento original de Nearman y vanEngesldorp también demuestra que las abejas que recibían agua (con sal, desionizada o simplemente del grifo) vivían en general más tiempo que las que solo recibían jarabe. Sin embargo, la supervivencia media de todas ellas deja un dato claro: las abejas viven la mitad de tiempo que hace 50 años.

3 – Bigliografía para saber más

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Jiménez, Emilia (2017) Manejo y mantenimiento de colmenas. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

Jiménez, Emilia (2015) Actividades sanitarias en las colmenas. Madrid: Paraninfo.

Nearman, A., vanEngelsdorp, D. (2022)Water provisioning increases caged worker bee lifespan and caged worker bees are living half as long as observed 50 years agoScintific Report 12, 18660.

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2019) “Guía técnica para la lucha y control de la varroosis y uso responsable de medicamentos veterinarios contra la varroa”. Dirección General de Sanidad e Higiene Animal y  Trazabilidad. Disponible en: https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/guiavarroafinalveterinarios_tcm30-421799.pdf

 Salvachúa, Carmelo & Robles, Elena (2007) Gestión zootécnica del vigor de las colonias de abejas. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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